Acusados por incendio de un club en Brasil obtienen libertad bajo fianza
Cuando jueces brasileños anunciaron su decisión de concederles la libertad bajo fianza a los acusados por el incendio de un club nocturno que dejó 242 muertos, una mujer en la corte rompió en llanto.
Su hijo murió cuando un espectáculo fallido de fuegos artificiales provocó el incendio en la discoteca Kiss en Santa María, en enero pasado.
Para los familiares que acudieron a la audiencia, parecía que los presuntos responsables de las muertes saldrían impunes. Este miércoles surgió entre las víctimas ira e indignación por la decisión.
Adherbal Alves Ferreira también perdió a un miembro de su familia en el incendio. Ahora lidera una asociación que representa a los seres queridos de quienes murieron ese día.
"Nuestra esperanza se fue por el caño", dijo a Record TV. "Es como si nuestros niños no valieran nada".
La fianza
Los cuatro acusados, incluidos los propietarios del club Elissandro Spohr y Mauro Hoffman, el vocalista Marcelo de Jesus dos Santos y el productor del espectáculo Luciano Bonilha, enfrentan cargos de homicidio múltiple e intento de homicidio .
La banda de Dos Santos está acusada de usar juegos pirotécnicos de exteriores para ahorrar dinero, según los fiscales. Los dueños del club supuestamente permitieron sobrecupo, un peligroso ambiente que contribuyó a la tragedia.
El abogado de Dos Santos solicitó la revocación de los arrestos, argumentando que se hicieron para calmar los ánimos de la población, una práctica común en Brasil, según un comunicado de la corte de Rio Grande do Sul.
La corte acordó que “la conmoción general de la comunidad” terminó y ya no representa una justificación suficiente para mantener a los acusados tras las rejas.
Ferreira no está de acuerdo. “Estamos haciendo un trabajo perfecto hasta ahora, tratando de ayudar a las víctimas a superarlo”, dijo. Pero ahora espera que las emociones se eleven de nuevo en Santa Maria.
Los jueces también destacaron que los acusados no habían asesinado a los visitantes del club intencionalmente.
“La corte no ve elementos de crueldad en los acusados o absoluto desprecio por las vidas humanas, lo cual a menudo es hallado en otros casos de homicidio y varios crímenes”, indicó el comunicado.
Una trampa de fuego
El club estaba al doble de su capacidad con una multitud de 2,000 personas, quienes acudieron a escuchar a la banda Gurizada Fandangueira en enero.
Cuando el fuego se intensificó, la gente corrió y obstruyó la única salida del club.
Los residentes de la localidad, al escuchar los gritos provenientes del club, trataron en vano de derribar las paredes para liberar a las víctimas.
Cuando el fuego se extinguió, los rescatistas hallaron cuerpos calcinados esparcidos entre los escombros. Luego siguieron más de 200 funerales. Docenas de personas, principalmente jóvenes, fueron enterradas diariamente en días posteriores.
Madres, hermanos y excompañeros de clase de las víctimas pidieron justicia en varias manifestaciones .