Al Asad confirma la participación de Hezbollah en la guerra siria
Las fuerzas de Hezbollah se “encuentran en Líbano y Siria, en el área de la frontera”, señaló el presidente sirio Bachar al Asad en una entrevista transmitida el jueves por la estación de televisión Al Manar.
La afirmación de al Asad fue transmitida un día después de que el ministro de Relaciones Exteriores francés, Laurent Fabius, señalara que algunos de los 3,000 a 4,000 militantes libaneses de Hezbollah se encontraban peleando junto con las fuerzas del gobierno sirio dentro del país que vive una guerra civil.
Hezbollah, a favor del régimen y de la milicia chiita proiraní y considerado un grupo terrorista peligroso por Estados Unidos y los países sunitas, lucha junto con las fuerzas de seguridad del presidente Bachar al Asad.
Medios afines al régimen sirio reportaron este jueves que las fuerzas de al Asad habían matado a tres occidentales. Las fuentes aseguraron que las víctimas luchaban con los rebeldes.
El anuncio ocurre después de que uno de los líderes de la principal coalición rebelde de Siria dijo el jueves que el grupo no participará en la conferencia internacional de Ginebra, que pretende negociar el cese de la guerra civil.
El ministro del Exterior de Rusia, Sergei Lavrov, dijo que las condiciones para las pláticas de paz que exige la Coalición Nacional son demasiado restrictivas, reportó la agencia noticiosa estatal de Rusia, ITAR-Tass.
La Coalición Nacional exigió que al Asad dejara el poder como condición para participar en las pláticas. El gobierno sirio insistió en que la negociación no se ciñera a esas condiciones, y señaló que al Asad terminará su mandato y deberá competir por la presidencia en 2014.
Los funcionarios rusos, estadounidenses y de la ONU se reunirán la semana próxima en Ginebra, según reportó la agencia noticiosa Interfax, que citó a una fuente del Ministerio del Exterior de Rusia. Sin embargo, no se ha anunciado la fecha de las pláticas, en las que participarían los representantes del gobierno sirio y las fuerzas rebeldes.
A mediados de 2012, representantes de las potencias mundiales que tenían diferencias por el conflicto sirio trazaron un plan de paz en el que se hacía un llamado al cese al fuego, a implementar un gobierno de transición y a redactar una nueva constitución, aunque no se especificó si al Asad debería dimitir.
Rusia y China se unieron a Francia, Gran Bretaña, Estados Unidos y Turquía, además de a las naciones de la Liga Árabe, para trazar el plan. Ni el gobierno sirio ni los rebeldes se mostraron dispuestos a adherirse.
Al Asad dijo este jueves que “Siria recibió el primer lote de misiles rusos S-300, de sistemas antiaéreos” y que “el resto del embarque llegará pronto”. Rusia fue blanco de las críticas de Occidente por haber vendido a Siria seis sistemas de defensa aérea S-300 en 2012. Moscú señaló que tales embarques cumplen con las leyes internacionales y negó haber proporcionado a Siria armas que puedan usarse contra los civiles.
La Unión Europea votó este lunes que se permitiera que la prohibición de enviar armas a los rebeldes sirios expirara en agosto . Aunque algunos países, entre ellos Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña, han pedido a Al Asad que dimita, no han llegado a un acuerdo sobre si deben armar a los rebeldes sirios.
La guerra ha provocado que más de 1.6 millones de sirios abandonen su hogar, señaló el jueves la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU.
Saad Abedine, de CNN, colaboró con este reportaje.