Gobierno sirio y oposición expresan dudas sobre potenciales charlas de paz
Un líder de la principal coalición rebelde de Siria informó este jueves que el grupo no participará en una conferencia internacional que busca lograr a un acuerdo para terminar con la guerra civil.
“Es difícil continuar cuando los sirios están siendo constantemente golpeados por el régimen de Asad con la ayuda de fuerzas de fuera”, afirmó en un comunicado George Sabra, presidente del Consejo Nacional.
Citó el asedio a la ciudad de Qusayr, y los ataques en Gouta del Este, un suburbio de Damasco, así como lo que llamó una “invasión” de militantes iraníes que apoyan al presidente Bachar al Asad.
Rusia, que apoya a Damasco, expresó sus propias reservas. Las condiciones de las pláticas de paz demandadas por la Coalición Nacional son muy restrictivas, afirmó Sergei Lavrov, ministro de Exteriores ruso, según reportó la agencia ITAR-Tass.
“Una de las impresiones es que la Coalición Nacional y sus patrocinadores regionales están haciendo lo más que pueden en un intento por prevenir el comienzo del proceso político y recurren a todo, incluyendo lavarles el cerebro a Occidente, para inducir una intervención militar”, dijo Lavrov.
Además, la coalición “no es la única representante de los sirios”, afirmó Lavriv. “La coalición no tiene una plataforma constructiva”.
La Coalición Nacional ha demandado que al Asad renuncie como condición para su participación en las charlas, que originalmente estaban programadas para realizarse este mes en Ginebra, Suiza, y que se han pospuesto.
Aunque el gobierno sirio aceptó "en principio" asistir a las charlas , ha insistido en que cualquier tipo de pláticas debe de realizarse sin precondiciones y que al Asad terminará su mandato y debe estar calificado para presentarse a elecciones en 2014.
No se ha anunciado una fecha para las pláticas, que deberían de incluir a representantes del gobierno sirio y a las fuerzas rebeldes.
Ni el gobierno sirio ni los rebeldes han mostrado disposición de adherirse al plan.
Las discusiones sobre las pláticas ocurren mientras el conflicto en Siria amenaza con extenderse.
Entre 3,000 y 4,000 combatientes de la milicia libanesa del Hezbollah se han desplegado en Siria donde pelean junto a fuerzas del gobierno, según el gobierno francés.
Los combatientes libaneses han estado involucrados en una batalla en Qusayr, una ciudad de 20,000 habitantes que se encuentra sobre una ruta entre la ciudad siria de Homs y Líbano.
Para los rebeldes, mantener el control de Qusayr representa una forma de limitar la habilidad del régimen de sostenerse a sí mismo.
La agencia estatal de noticias siria SANA reportó que los combates son parte de una misión “para perseguir a los terroristas de Qusayr”.
En una entrevista con la televisora Al-Manar, controlada por el Hezbollah, Asad dijo que Siria y la milicia libanesa “son un solo eje”.
Las fuerzas del Hezbollah “están en Líbano y Siria y en la zona fronteriza”, afirmó Asad.
El diario Al-Akhbar reportó que Asad dijo que hay grupos de militantes “en zonas fronterizas con Líbano pero que el Ejército sirio es quien combate y dirige batallas contra grupos armados y continuará con su batalla para eliminar” a quienes describe como “terroristas”.
El presidente expresó su escepticismo de que las charlas propuestas por Ginebra puedan fructificar, reportó el diario.
Al Asad confirmó que recibió los primeros sistemas antiaéreos rusos S-300 , y que el resto del equipo bélico “llegará pronto”.
“Los contratos no están relacionados con el conflicto”, afirmó. “Negociamos con ellos varios tipos de armas por años. Y Rusia está cumpliendo esos contratos”.
Rusia ha sido criticada por Occidente por la venta de seis sistemas de defensa S-300 a Siria bajo un contrato de 2010.