Empresarios chinos buscan construir un canal transoceánico en Nicaragua
A más de un siglo de imaginar una vía entre los dos océanos que flanquean su territorio, Nicaragua analiza la construcción de un canal que, operado por empresarios chinos, duplicaría su crecimiento económico y su generación de empleos.
Dos proyectos de ley establecen la entrega de la obra por al menos medio siglo a empresas chinas. Ambos proyectos fueron entregados el viernes pasado a una comisión legislativa que inició las consultas sobre su viabilidad, un trámite previo a una jornada de discusión programada para el jueves, según un reporte de EFE.
La aprobación del proyecto es probable en un Congreso con mayoría del oficialismo sandinista, que encabeza el presidente Daniel Ortega. La propuesta cuenta también con el respaldo de la cúpula empresarial del país, que exige además la preservación del medio ambiente, dar prioridad a trabajadores y empresas nicaragüenses, y transparencia en el proyecto.
Una obra estratégica
El Gran Canal Interoceánico de Nicaragua incluiría una vía acuática más ancha que el Canal de Panamá ampliado —por el cual circula el 5% del comercio mundial— y un canal seco con instalaciones ferroviarias, oleoductos, puertos y pistas aéreas tanto en las costas del Caribe como del Pacífico.
Las autoridades de Nicaragua estudian cuatro posibles rutas para construir la infraestructura y todas pasan por una parte del Gran Lago, luego de descartar dos opciones que cruzarían por el río San Juan —fronterizo con Costa Rica—, de soberanía nicaragüense.
La compañía china HK Nicaragua Canal Development Investment Co. Limited, con sede en Hong Kong, sería la encargada del proyecto. La propuesta del presidente Daniel Ortega es entregar la concesión del canal a la compañía china durante 50 años, prorrogables por 50 más.
Construir un nuevo juego de gigantescas exclusas le costaría a Nicaragua unos 5,250 millones de dólares y un trabajo de ocho años, entre 2007 y 2015, según EFE.
La presidencia de Nicaragua calcula que el proyecto elevaría el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del país de entre un cuatro y cinco por ciento a un 10.8 en 2014, una ruta que le permitiría “doblar” su economía en 2018, según reveló el secretario de políticas públicas el gobierno, Paul Oquist, a medios oficiales.
En cuanto al empleo, la proyección oficial contempla un aumento de los 623,458 trabajadores actuales a un millón 900,000 con la construcción de la obra, que tardaría al menos 10 años y en principio costaría 40,000 millones de dólares.
Medio ambiente y transparencia, los retos
Sin embargo, la oposición y ambientalistas independientes han cuestionado la viabilidad de la construcción bajo argumentos políticos y conservacionistas.
"Los expertos ambientalistas recomiendan mucha cautela y que se haga un análisis de impacto ambiental para determinar si realmente es viable", dijo este lunes en conferencia de prensa el subadministrador de la Autoridad del Canal de Panamá, Manuel Benítez, según EFE.
El subdirector del ambientalista Centro Humboldt, Víctor Campos, dijo a EFE que el canal violaría la Ley General de Aguas internacionales si atraviesa el Gran Lago de Nicaragua, al que describió como una “reserva nacional de agua potable”.
Campos añadió que la profundidad promedio del Gran Lago es de 10 metros, mientras que la profundidad que necesitaría el canal sería de 24, lo cual implicaría dragar el fondo del lago y eso degradaría la calidad del agua.
El gobierno ha asegurado que el problema ambiental no sería un problema porque se destinarían recursos económicos para reforestar y cuidar el entorno.
En tanto, la opositora Bancada Democrática Nicaragüense acusó a la compañía china que sería responsable de la construcción de ser “una empresa de papel” sin experiencia en este tipo de proyecto y sin dinero para la inversión.
La Bancada exige “conocer en detalle de qué empresa se trata, quiénes son sus dueños, qué intereses se mueven detrás de ella, qué capacidades técnicas posee para desarrollar un proyecto de esa envergadura y cuál es su solvencia económica, moral y empresarial”,
El director de la firma china, Wang Jing, fue criticado por la oposición, que aseguró que “no es un inversionista, sino un abogado” de una “empresa de papel” sin experiencia en estos asuntos. La empresa fue creada hace 10 meses, según diputados opositores.
"Solo me viene una palabra a la mente por la rapidez con la que están haciendo las cosas, que se llama sospechoso", dijo a CNN en Español el diputado del Partido Liberal Independiente, Eliseo Núñez.
Un proyecto centenario
La idea de construir una vía interoceánica por Nicaragua se remonta a 1826, cinco años después de la independencia de Centroamérica de la corona española, surgida de la necesidad de acortar la distancia para el transporte entonces solo realizado a través del Estrecho de Magallanes, en el extremo sur del continente.
Las autoridades de Nicaragua empezaron a promover la construcción del canal en 1830, y tres años después cedió la primera concesión para la obra a empresarios holandeses, según recordó el titular del Congreso, el sandinista René Núñez.
En la segunda mitad del siglo, otras propuestas para la construcción fueron frenadas por disputas geopolíticas y comerciales entre Estados Unidos y Gran Bretaña, además de los conflictos independentistas en América Latina.
En 1904, el Congreso estadounidense descartó el proyecto en Nicaragua y optó por construir la vía en Panamá, aunque mantuvo una concesión nicaragüense hasta 1971.