Las autoridades sudafricanas incrementaron este martes la seguridad en las inmediaciones del hospital de Pretoria, donde el exlíder sudafricano Nelson Mandela permanece en cuidados intensivos, tres días después de ser trasladado allí por una infección pulmonar recurrente.
La policía colocó cercas alrededor de las entradas a las instalaciones, además de algunas revisiones detenidas a algunos vehículos que intentaron ingresar al recinto.
El cada vez más frágil
Tras 48 horas sin dar una actualización, el gobierno anunció este lunes que
Mientras tanto, su hija Zenani Dlamini, quien es la embajadora de Sudáfrica en Argentina, tomó un vuelo de vuelta a la nación sudafricana para estar con su padre. El legislador del Congreso Nacional Africano y Winnie, exesposa de Mandela, también lo visitaron este lunes.
El exmandatario sudafricano ha entrado y salido de los hospitales en los últimos años.
Cada episodio ha suscitado nuevas preocupaciones.
Su historial de problemas pulmonares se remonta a cuando era un preso político en la isla de Robben durante el apartheid; ha luchado contra las infecciones respiratorias en los últimos años.
No aparece en público desde que Sudáfrica fue sede de la Copa Mundial de futbol en 2010.
El año pasado, tomó las vacaciones de Navidad en tratamiento por una infección pulmonar y los cálculos biliares, una de estancias hospitalarias más largas desde su liberación de la cárcel en 1990.