Un joven en California se mutila con una sierra tras atacar a su padre
Un hombre de 59 años fue encontrado ensangrentado en la entrada de su cochera. Su hijo está cerca de él, con sus dos manos cortadas a la altura de la muñeca.
Esa es la escena que los policías de la oficina del alguacil del condado de Shasta, en California, encontraron la tarde del pasado lunes, antes de llamar al servicio de ambulancias para transportar a ambos al hospital.
Gregory Dunn y su hijo Jason siguen con vida, a pesar de las graves heridas, según el detective Will Gardner.
Hasta el martes por la tarde no se habían presentado cargos por el hecho, que es investigado como un intento de homicidio, según la policía.
El sangriento episodio ocurrió el pasado lunes en la ciudad de Redding, en el norte de California, en un vecindario cercano al aeropuerto municipal de dicha ciudad.
De acuerdo con la policía, todo comenzó con una discusión entre miembros de la familia, que luego pasó a los golpes.
La oficina del alguacil informó que, según entrevistas, el hijo de 27 años hirió con unas tijeras a su padre varias veces. Entonces Jason se mutiló a si mismo utilizando una sierra de brazo radial.
Los vecinos escucharon el altercado, al igual que otros testigos, que contactaron a las autoridades, según Gardner.
Gary Rinehart dijo a la televisora local KRCR, afiliada de CNN, que vio a los dos hombres ser subidos a dos ambulancias. El primero, el hijo, tenía "mucha sangre donde terminaban sus manos, como si no estuvieran ahí", mientras que el padre "tenía sangre en la parte superior" de su cuerpo.
"Esto es definitivamente la cosa más loca que alguna vez ha ocurrido en esta calle", afirmó Rinehart.
Gregory Dunn solía sacar a pasear su perro por el vecindario, de acuerdo con Rinehart, que lo describió como una persona agradable, con la que tuvo contacto ocasional. El vecino dijo que convivió una sola vez en ocho años de vivir ahí con el hijo, cuando éste se disculpó por disparar perdigones a la casa de otro vecino.
Sobre el incidente, que ocurrió cruzando la calle frente a su casa, Rinehart afirmó: "No puedo imaginar que algo como eso pase entre una familia".