El Senado brasileño endurece la ley anticorrupción tras las protestas

La medida que define la corrupción como "crimen hediondo" es una de varias iniciativas impulsadas por las protestas masivas en el país

El Senado brasileño aprobó una iniciativa de ley que define la corrupción como un “crimen hediondo", impide que los acusados por este delito sean liberados con el pago de fianzas y aumenta la pena mínima que puede ser impuesta a los responsables de actos como el desvío de recursos, reportó EFE.

La iniciativa, aprobada este miércoles, es una de varias medidas legislativas impulsadas por las protestas masivas causadas por las carencias sociales tras el gasto del gobierno de Brasil en

La Cámara de diputados aprobó una

, lo que puede reducir los precios de los viajes. La Cámara también pasó una ley que prohíbe el “voto secreto” en votaciones para despojar del mandato a algún legislador acusado de irregularidades, según EFE.

La Cámara baja ya había aprobado este martes un proyecto de ley que destina el 75% de las regalías por el petróleo a la educación y el 25% a la salud, y archivó por 430 votos contra 9 una enmienda constitucional que pretendía reducir los poderes de investigación del Ministerio Público y que, según los manifestantes, favorecía la

En tanto, el Tribunal Supremo de Brasil dictó el miércoles una orden de aprehensión contra el diputado Natan Donadon, quien había conseguido eludir una pena de 13 años de prisión por corrupción a través de distintos recursos judiciales, según EFE. La decisión fue celebrada por los manifestantes como otro de sus éxitos.

Las protestas que se han replicado diariamente en los últimos días en Brasil comenzaron en Sao Paulo, exclusivamente por el aumento de las tarifas de transporte público, pero luego se extendieron a todo el país y adoptaron nuevas causas, como mayor inversión del Estado en educación y salud, además de críticas contra la corrupción.

El primer éxito de los manifestantes fue obligar a los alcaldes a derogar los secretos con los que se habían elevado las tarifas de autobuses, metro y trenes urbanos.

La presidenta Dilma Rousseff fue una de las primeras en “escuchar el grito de las calles” y anunciar medidas ante las demandas. La mandataria propuso

y, tras encuentros con líderes de los manifestantes, anunció que convocaría a un plebiscito para que los brasileños reformen el sistema político y electoral del país.

La principal protesta del miércoles se registró en la ciudad de Belo Horizonte, donde

y alcanzó la final de la Copa Confederaciones. Unos 50,000 manifestantes marcharon cerca del estadio Mineirao a la misma hora del partido.

La protesta fue pacífica, pero

y se enfrentó con la policía. En el incidente fueron detenidas al menos 25 personas y varias más resultaron heridos, según EFE.

Uno de los heridos, un joven de 21 años que cayó durante la manifestación, murió en la madrugada, elevando la cifra de muertos durante la ola de protestas en Brasil, según AFP.