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El derrocamiento de Mohamed Morsi trae nueva división entre los egipcios

Partidarios del presidente advirtieron una regresión de la democracia; opositores dijeron que era una corrección a la revolución
mié 03 julio 2013 07:26 PM

El derrocamiento del presidente egipcio Mohamed Morsi a manos de las fuerzas armadas de su país trajo nuevamente división al país que parecía haber quedado superada hace un año con las primeras elecciones democráticas en más de 30 años.

El Ejército de Egipto depuso al presidente bajo el argumento de que está cumpliendo su "responsabilidad histórica” de proteger al pueblo ante un presidente que "no priorizó los objetivos de la gente" ni de los militares, según el general Abdel-Fatah El-Sisi, líder de las Fuerzas Armadas.

La Constitución del país ha sido suspendida, y nuevas elecciones parlamentarias se celebrarán. En tanto  Adly Mansour, el jefe del Tribunal Supremo Constitucional  del país, reemplazará Morsi, dijo El-Sisi.

Mansour tendrá la facultad de emitir declaraciones constitucionales durante el período de transición y "establecer un gobierno que sea fuerte y diverso", dijo el jefe de las fuerzas armadas.

El anuncio fue recibido con júbilo y fuegos artificiales por los opositores que abarrotaron la plaza Tahrir, ahora el epicentro de dos revueltas egipcias. Pero al otro lado del río Nilo, los partidarios Morsi en otra plaza denunciaron su destitución mientras que él los instó a permanecer en paz.

"Que nuestros hijos sepan que sus padres y abuelos eran hombres que no aceptan la injusticia y no cedieron a los corruptos y nunca se dieron por vencidos cuando se trata de su país, su legitimidad y su religión", dijo en un comunicado publicado en su página oficial de Facebook.

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Las multitudes corearon "abajo el régimen militar" y "la plaza tiene un millón de mártires" tras el anuncio.

En tanto, el grupo de  los Hermanos Musulmanes , el movimiento islamista cuyo brazo político llevó a Morsi como candidato presidencial, dijo que “millones de personas condenan el golpe y apoyan la legitimidad del presidente electo", según un comunicado publicado en su sitio web oficial.

Horas después del derrocamiento de Morsi, el líder del partido, Saad el Katatni, y su vicepresidente, Rashad Al Bayoumi, fueron arrestados, según la agencia MENA. Otras 300 órdenes de arresto contra simpatizantes de los Hermanos Musulmanes fueron emitidas, según el diario estatal Ahram.

Al menos  23 personas murieron y cientos más resultaron heridos  el martes por la noche en enfrentamientos entre simpatizantes y opositores al gobierno encabezado por Morsi, según funcionarios de salud. Este miércoles los medios estatales reportaron cuatro fallecimientos.

Morsi habló a los partidarios mediante altavoces en la plaza Rabaa Adawya, pero no estaba claro desde dónde transmitía.

Antes del anuncio del miércoles, las tropas se movieron a posiciones clave en torno a la capital, cerraron un puente sobre el río Nilo y rodearon la plaza Rabaa Adawya de la manifestación a favor del gobierno.

Morsi es un religioso conservador educado en Estados Unidos que fue electo como presidente en junio de 2012. Sin embargo, sus índices de aprobación han caído en picada y su gobierno no ha logrado mantener el orden o reactivar la economía de Egipto.

Agresiones sexuales abiertas contra mujeres en las calles de Egipto han ahuyentado a los turistas e inversores, mientras que los opositores dicen que el gobierno de Morsi fue cada vez más autoritario.

Mohamed ElBaradei, exjefe de la Agencia Internacional de la Energía Atómica y un dirigente de la oposición, dijo que los planes anunciados este miércoles fueron "una corrección para el camino de la revolución" de 2011, la cual hizo que Hosni Mubarak dejara el poder tras casi 30 años de mandato.

"La ruta garantiza el logro de la demanda principal del pueblo egipcio: tener unas elecciones presidenciales anticipadas a través de un período de transición por el que se modificó la Constitución", dijo. "Así que todos nosotros lo construiremos juntos y acordaremos una Constitución democrática, que puede garantizar nuestra libertad".

El Ejército egipcio dominó al país durante seis décadas y tomó el poder durante un año y medio después de la destitución de Mubarak. El lunes, después de una demanda anterior para que Morsi ofreciera concesiones a la oposición, le dio un plazo de 48 horas para responder.

A medida que la hora del ultimátum se acercaba, Morsi ofreció la formación de un nuevo gobierno de coalición interino que supervisará las elecciones parlamentarias y revisara la Constitución que fue promulgada en enero.

"Uno de los errores que no puedo aceptar, como el presidente de todos los egipcios, es ponerse del lado de un partido sobre otro, o presentar la escena de un solo lado. Para ser justos, tenemos que escuchar la voz de las personas en todas las plazas", dijo.

En Washington, la vocera del Departamento de Estado estadounidense Jen Psaki dijo que su gobierno —aliado líder de Egipto— no está tomando partido de alguno de los lados en conflicto e instó a todas las partes a llegar a una solución pacífica a la situación "tensa y en rápida evolución".

Washington ha suministrado apoyo militar a Egipto con decenas de miles de millones de dólares y equipo armado durante más de 30 años. Bajo la ley estadounidense, el apoyo podría ser cortado después de un golpe de Estado.

Los acontecimientos de este miércoles marcan un tope de días de manifestaciones multitudinarias a favor y en contra Morsi, la mayoría pacíficas, pero de las cuales los funcionarios de salud dijeron que 23 personas murieron en enfrentamientos.

El gobierno de Morsi ya estaba desmoronándose antes del golpe de Estado. Cinco ministros renunciaron esta semana, entre ellos el ministro de Relaciones Exteriores, Mohamed Kamel Amr. Y el exfiscal general Abdel Meguid Mahmoud será restituido por el Consejo Superior de la Judicatura.

Mahmoud estuvo originalmente en el gobierno de Mubarak, poco antes de irse. Uno de los objetivos durante la revolución de 2011 había sido derrocarlo, lo que hizo Morsi a través de declaraciones constitucionales de noviembre pasado.

El regreso de Mahmoud parecía significar una inclinación hacia los funcionarios de la era de Mubarak leales a los Hermanos Musulmanes.

Además, 30 miembros del Consejo de la Shura, la cámara alta del parlamento, han renunciado, informó estación estatal TV Nile.

Mientras tanto, numerosos y firmes partidarios de Morsi señalan que él es el presidente legítimo y dicen que los opositores que buscan deponerlo están eludiendo el proceso democrático.

Tom Watkins, Hamdi Alkhshali, Dan Lothian, Amir Ahmed, Ben Brumfield, Ali Younes, Chelsea Carter, Schams Elwazer, Elise Labott, Ben Wedeman, Ian Lee, Housam Ahmed y Salma Abdelaziz colaboraron en este reporte.

 

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