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Nada ha cambiado desde que comenzó la revolución: manifestantes egipcios

Quienes protestan en las calles de Egipto explican al mundo las razones de su descontento y las expectativas que tienen para su país
mié 03 julio 2013 01:31 PM

Exigencias. Oraciones. Cánticos. Exhortaciones. Reflexiones. Mientras Egipto vive una protesta tras otra, para muchos es más importante que nunca que se sepa por qué salieron a las calles: que lo sepan otros egipcios, los medios y cualquier oposición.

En el país, convulsionado en los últimos días por la petición de la renuncia del presidente, las manifestaciones a veces amenazan con salirse de control cuando las partes que apoyan y se oponen al gobierno chocan violentamente y, a veces, fatalmente en sus posturas acerca de la joven democracia.

Tras dos años dramáticos, que siguieron a la revolución en la que se derrocó al expresidente, Hosni Mubarak, las manifestaciones son la más reciente conmoción desde que Morsi resultó electo en los primeros comicios democráticos hace un año. Los críticos dicen desde entonces su gobeirno es cada vez más autoritario y que la economía del país sigue desfalleciendo, cayendo en una crisis que provocó el descontento de muchos de los egipcios pobres y de clase media que lo apoyaban , de acuerdo con los analistas.

El nutrido grupo de opositores a Morsi está compuesto por grupos juveniles, coaliciones políticas, ciudadanos comunes y partidarios de Mubarak ansiosos por recuperar el poder. En exclusiva, CNN habló con cuatro manifestantes quienes explicaron por qué salieron a las calles, qué exigen y a dónde creen que se dirige su país.

Muchos egipcios han contactado a CNN a través de iReport. La abrumadora mayoría representa a los opositores del presidente Morsi. Sus respuestas, emotivas, trepidantes u optimistas, comparten un fin: lograr un cambio en Egipto.

El veterano

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Ahmed Raafat ha documentado las calles de El Cairo desde los primeros días de la revolución en 2011. Tiene 23 años, es ingeniero petrolero y fotógrafo.

Protesto porque sueño con cambiar Egipto para bien. Creo que este país merece algo mejor que esto. Nada ha cambiado desde que comenzó la revolución. He visto caer a muchas personas de mi edad a lo largo de nuestra lucha por la libertad. Aún recuerdo haberlos cargado en brazos y tener las manos empapadas de sangre. No quiero que su sangre haya sido derramada en vano.

Cuando estoy con otros miles de personas y cantamos juntos, me siento libre y fuerte. Nunca había tenido la oportunidad de experimentar estas sensaciones antes de la revolución. Te fortalece sentir que no estás solo. [Actualmente] la atmósfera de incertidumbre me pone nervioso. Me preocupa en qué acabará todo.

Me emociona ver a millones de personas en las calles, pero siento temor y preocupación por el papel que asumirán las fuerzas armadas en adelante. Sufrimos con el gobierno militar tras la renuncia de Mubarak y no quiero pasar por eso de nuevo.

El documentalista

Mohamed Boraie vive en El Cairo y trabaja en finanzas; también es fotógrafo y ha capturado imágenes de las protestas. Tiene 27 años.

La principal razón por la que protesto es porque la Hermandad Musulmana y Morsi no están siendo incluyentes. Morsi nombró ministros y personajes prominentes en el gobierno procedentes exclusivamente de la Hermandad Musulmana [el movimiento islamista que respaldó a Morsi y que llegó al poder tras la caída de Mubarak]. Además, no pudo restaurar el Estado de derecho durante el primer año de su presidencia, sin mencionar sus débiles reformas económicas que afectan a cada egipcio.

Otra razón personal para protestar es que la Hermandad Musulmana está usando y manipulando la religión en un país en el que la tasa de analfabetismo es alta. Ese mal uso de la religión permite la explotación de la población en términos de riqueza, derechos humanos y participación de las mujeres en la fuerza laboral. Participar en las protestas es como recuperar el dominio de tu país. Creo que los egipcios están evolucionando rápidamente en lo político y no se rendirán hasta que se satisfagan sus exigencias. Me emociona ver que Egipto haya pasado por un Estado islámico fallido y evolucione rápidamente para rechazar a tal Estado, pero me preocupa qué pasará después.

El optimista

Maged Eskander es arquitecto y vive en El Cairo. Tiene 38 años.

Mi familia y yo salimos a las calles por la misma razón por la que protestamos contra el antiguo régimen; la única diferencia esta vez es que el partido gobernante es mucho, mucho peor.

[Protestar es] una de las mejores sensaciones que hay… Finalmente sientes que Egipto está contigo. Sientes que no estás solo; vuelves a sentirte orgulloso de ser egipcio. Todos están muy felices en las marchas, es como si ya hubiéramos ganado la batalla.

Seguiremos en las calles hasta que [Morsi] renuncie o hasta que las fuerzas armadas lo obliguen  a renunciar. Espero que todos los partidos políticos se unan en este periodo [de transición] hasta que tengamos un verdadero presidente y un gobierno auténtico.

Simplemente soy optimista, me siento feliz y orgulloso… y un poco preocupado por la reacción de la Hermandad Musulmana, pero confío en que ganaremos.

El novato

Marwan Osman tiene 25 años, es ingeniero de software y vive en Alejandría. Salió a las calles por primera vez el 30 de junio para unirse a las protestas contra el gobierno de Morsi.

Durante la crisis de combustible que inició la semana pasada, fui testigo de las largas filas de autos que esperaban para abastecerse. La gente peleaba por un lugar en la fila. Cada día la crisis crece y no se han tomado medidas. Este acontecimiento provocó que imaginara qué ocurriría si ocurren más crisis. La siguiente podría ser alimentaria… esta vez morirán más personas y el país entero se derrumbaría a causa de esas crisis sucesivas.

El actual gobierno de la Hermandad Musulmana no tiene idea de cómo gobernar correctamente. No pueden satisfacer las necesidades humanas básicas como la electricidad y el combustible. La economía se derrumba y no han hecho absolutamente nada para prevenir o arreglar la situación.

Me considero parte de la clase media alta que tiene educación superior y un empleo respetable. No me enfrento a los problemas que sufren otras personas, [así que] es asombroso compartir la experiencia [de protestar] con la gente de tu país.

Todos queremos que Morsi dimita y que el partido de la Hermandad Musulmana abandone la escena política, por ahora. La gente debate acerca de quién debe gobernar ahora, si el Ejército o los liberales. Sin embargo, ciertamente queremos mano firme para salvar al país y a la economía.

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