Refugiados en Jordania piden a John Kerry intervenir militarmente en Siria
El mundo ha olvidado a su tierra, dijo un grupo de refugiados sirios este miércoles a John Kerry, secretario de Estado de Estados Unidos.
Kerry visitó un campo de refugiados sirios dentro de Jordania, un día después de que una funcionaria del gobierno del presidente Barack Obama criticó a la ONU por su respuesta a la crisis.
Los seis sirios que se sentaron junto a Kerry en el campo de Za'atri estaban enojados.
El secretario dijo que sentía su sufrimiento y les pidió expresa lo que saliera de sus mentes. Y ellos lo hicieron.
Las cinco mujeres y el hombre pidieron a Kerry que se estableciera una zona de exclusión aérea en Siria para evitar los bombardeos de Bachar al Asad.
"¿Dónde está la comunidad internacional? ¿Qué están esperando?", preguntó una mujer que no dijo su nombre. Al menos impongan un embargo, pidió.
“Desearía que fuera tan simple”, les contestó Kerry. “Como saben, hemos estado peleando dos guerras por 12 años”.
El secretario les dijo que Estados Unidos estaba cansado de las operaciones en Iraq y Afganistán.
Los refugiados le pidieron crear zonas de seguridad y detener el flujo de armas desde Irán que ayudan a Asad, así como detener a las tropas del Hezbollah que están cruzando desde Líbano para ayudar a pelear contra los rebeldes.
Kerry les contestó que tampoco estaba “feliz” por lo que Irán y el Hezbollah están haciendo.
El campo de Za'atri es casa de 120,000 refugiados que huyeron de la guerra civil en siria. La mayoría de ellos son mujeres y niños.
Estados Unidos ha donado más de 800 millones en ayuda humanitaria a la ONU para que sea enviada a Siria. Más de un quinto de esa ayuda es para los refugiados en Jordania.
La ONU estima que más de 93,000 personas han muerto en Siria desde que inició la guerra civil.
Este miércoles, Samantha Power, la nominada de Obama para el cargo de embajadora ante la ONU, calificó el trabajo de dicho organismo en el caso de Siria como “una desgracia”.
Después de su visita al campo, Kerry subió a un helicóptero y voló de regreso a Amán, la capital de Jordania.
Antes de dejar el campo, una de las mujeres sirias le dijo que los refugiados podrían ya no estar ahí si él vuelve después. Si no llega ayuda del exterior, afirmó, regresarán a Siria a pelear contra Asad con cuchillos.