Ataques a prisiones, militares y una mezquita dejan 50 muertos en Iraq
La violencia desatada en las ciudades iraquíes de Bagdad y Mosul durante las últimas 24 horas han causado la muerte de cerca de 50 personas.
Las fuerzas de seguridad combatieron a extremistas islámicos afuera de las dos penitenciarias más grandes ubicadas cerca de la capital, Bagdad, donde frustraron la fuga de presos, informó el Ministerio de Justicia. Los incidentes ocurrieron el domingo en la noche en Abu Ghraib, al este de Bagdad, y en la prisión de al-Taji, al norte de la capital.
El Ministerio de Justicia dijo que “grupos de terroristas” bien armados atacaron las prisiones de forma simultánea . Llevaban morteros, granadas lanzadas con cohetes y armas de mano, además, iban con atacantes suicidas y carros bomba, de acuerdo con el ministerio.
Los ataques coincidieron con motines de prisioneros. Al menos 21 internos y ocho guardias murieron, mientras que otros 25 internos y 14 guardias fueron heridos.
Se estima que más de 500 internos escaparon de las dos prisiones, informó el legislador Hakim al-Zamili. La mayoría eran integrantes de al Qaeda, incluyendo algunos dirigentes.
El Ministerio de Justicia no ha anunciado el número de escapes pero ha reconocido que organizarán comités encargados de cuantificar a los presos fugados de cada prisión.
En Mosul, la mayor ciudad del norte de Iraq, ocurrieron dos ataques este lunes. Un atacante suicida se hizo estallar en un puesto de control del Ejército iraquí en el distrito de Kokjili al norte de la ciudad, de acuerdo con la policía. Al menos 16 personas murieron y 21 fueron heridas. Tanto civiles como soldados estaban entre los muertos y los heridos.
Más tarde, al menos cuatro personas murieron y otras dos fueron heridas cuando estalló una bomba en una carretera cerca de una mezquita suní en el vecindario al-Muthana, en el centro de Mosul, de acuerdo con la policía local.
Las batallas son las más recientes de una cadena de acontecimientos violentos, la mayoría relacionados con disputas entre los suníes y chiitas. Los suníes se sintieron políticamente marginados durante el gobierno chiita posterior a la época de Saddam Hussein, con quien gozaban de mayor representación. El régimen de Hussein concluyó tras la invasión liderada por Estados Unidos en el 2003 .