Publicidad

Síguenos en nuestras redes sociales:

Publicidad

Policía española acusa de homicidio culposo al chofer del tren accidentado

Un juez decidirá si proceden los cargos en contra del chofer del tren que descarriló a las afueras de Santiago de Compostela
sáb 27 julio 2013 09:29 AM

La policía de España acusó al conductor del tren que descarriló en el noroeste de España de homicidio culposo, dijo este sábado el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz. El accidente ocurrido este miércoles causó la muerte de 78 personas.

El juez tiene hasta este domingo para decidir si presenta cargos formales contra Francisco José Garzón, informó el ministro a la prensa en Santiago de Compostela, lugar  de la tragedia.

El Poder Judicial de Galicia informó en un comunicado que fueron identificadas las tres víctimas del accidente que faltaban, entre ellas un francés. Sin embargo, el órgano judicial detalló que "cabe la posibilidad que los tres restos que recibieron un número independiente en el proceso de levantamiento de cadáveres correspondan a víctimas ya contabilizadas", por lo que espera los resultados de análisis de ADN.

Al menos 63 de los fallecidos son españoles. También entre ellos se encuentra  la mexicana Yolanda Delfín , originaria de Veracruz, una estadounidense y varias personas de Europa y América Latina. 

 

Expertos forenses señalaron en una conferencia de prensa el sábado que hay 37 partes de cuerpos que aún deben ser analizadas para saber si pertenecen a personas que ya han sido identificadas o a otras cuya identidad aún se desconoce. 

Publicidad

Cerca de 80 personas que resultaron heridas permanecían en el hospital hasta este sábado, un tercio de ellos aún se encuentra en estado crítico. 

El conductor, que ha pasado los últimos dos días  detenido en el hospital, custodiado por la policía , se encuentra ahora en la sede de la policía, dijo Fernández.

Las grabadoras de datos del tren siguen en custodia de la policía, agregó.

Un vocero de la Tribunal Superior de Justicia de Galicia dijo a CNN este sábado que el juez aún no ha interrogado a Garzón.

Las preguntas al conductor se han centrado en la velocidad a la que el tren viajaba al entrar en una curva en la vía hacia Santiago de Compostela, un destino popular entre turistas y peregrinos cristianos.

Este miércoles, la ciudad se preparaba para celebrar el día del santo Santiago Apóstol un día después.

Fernández Díaz dijo a la prensa que existen "indicios razonables" de que el accidente ocurrió por culpa del conductor. Aunque fue cuestionado sobre cuáles son, el funcionario se negó a dar más detalles.

No hay ninguna comparecencia prevista para el conductor ante el tribunal este sábado. Pero un tribunal regional señaló este sábado en un comunicado: "La intención, si es posible, es que haga una aparición en los tribunales".

El jefe de la policía regional de Galicia, Jaime Iglesias, dijo a los reporteros este viernes que el conductor se encontraba bajo custodia de la policía a causa de "un crimen".

Cuestionado sobre "¿qué crimen?", él respondió: "Bueno... en relación con el accidente, en el marco de su imprudencia, en relación con la causa del accidente".

Los restos de los ocho vagones que quedaron en fragmentos cuando el tren descarriló hacia su costado derecho ya fueron retirados de las vías, pero la triste tarea de identificar a los muertos continúa. 

El periódico local La Voz de Galicia reportó que el lunes se llevará a cabo un funeral por las víctimas, en la catedral de Santiago de Compostela.

¿Demasiado rápido?

La agencia española de noticias EFE y el diario nacional El País citaron a fuentes de la investigación que afirman que el conductor había dicho que viajaba a cerca de 190 kilómetros por hora antes del incidente.

Elena García, vocera de la ferroviaria nacional Renfe, no dio a conocer la velocidad del tren que viajaba en una pista exprés donde los trenes pueden circular hasta 250 kilómetros por hora. Sin embargo dijo que el límite de velocidad para la curva donde ocurrió el accidente es de 80 kilómetros por hora.

Rafael Catalá, secretario de Estado para el transporte y la vivienda, dijo a la red de radio española Cadena SER que aparentemente la tragedia estaba relacionada con la velocidad.

El servicio exprés de pasajeros se acercaba al final de su viaje de seis horas desde Madrid a la ciudad de Ferrol, en el noroeste de España, cuando se produjo el accidente, según la compañía estatal de ferrocarriles.

Un video de seguridad reveló cómo a medida que el tren entró en la curva sus vagones descarrilaron y se estrellaron de costado en una estructura de soporte de hormigón para un puente.

Uno de los vagones estalló, mientras que otro se partió en dos. Los equipos de rescate y algunos pasajeros sacaron cuerpos a través de las ventanas rotas y forzaron las puertas mientras que otros sobrevivientes aturdidos miraban.

Maria Vigo, cuya casa está en el montículo por encima de las vías del tren, dijo a CNN que escuchó el choque.

"Cuando vi al vagón voltearse en el aire, me imaginaba que algo horrible había sucedido", dijo.

Ella y su marido Suso intentaron ayudar a los heridos, tomaron sábanas para envolver las heridas y cuerdas para sacar a los sobrevivientes.

El bombero Miguel Ángel Bello dijo que los primeros cuatro minutos después de que llegó a la escena fueron de una desesperada carrera contra el tiempo.

Él y sus compañeros rompieron ventanas y patearon las puertas para sacar a los pasajeros atrapados, mientras que los vagones estaban en llamas.

Una niña en las ruinas lo llamó. "Ella estaba bajo escombros y dijo que quería salir y volver a casa, pero murió", dijo.

Parecíamos muertos vivientes: sobreviviente

Stephen Ward, un joven de 18 años de edad, originario de Utah, Estados Unidos, quien está en España sirviendo en una misión religiosa mormona, fue uno de los afortunados.

Aún con curaciones y un collarín ortopédico, Ward relató a CNN su terrible experiencia, pero también su alivio de que él quedó con vida y sin lesiones permanentes.

Ward se desmayó cuando estaba en el vagón accidentado y recuperó la conciencia mientras alguien lo ayudaba a salir del tren. 

Le tomó un par de minutos comprender que lo que veía no era un sueño y que las personas habían muerto. "Ellos estaban ayudando a otras personas. Había cuerpos, había gritos, había humo".

Los sobrevivientes parecían muertos vivientes, dijo.

"Tenía suturas en todo el cuero cabelludo, que estaba cubierto de sangre. Han retirado la mayor parte de ellas ahora, pero todo el mundo estaba cubierto de su propia sangre y, en algunos casos, la sangre de los demás. Era horrible, por decir lo menos".

Otra víctima, hablando desde una cama de hospital con el brazo inmovilizado, dijo a la televisora Atlas, afiliada de CNN, que parecía que el tren iba rápido.

"Pero no sabíamos cuál era la velocidad máxima, por lo que pensamos que era normal", dijo, "Y de repente hubo una curva, las maletas cayeron, y todo fue oscuridad. Y yo me golpeé la cabeza un montón de veces y 10 segundos más tarde estaba entre los asientos, y tenía las piernas de la gente encima de mí".

Mientras esperaba que los rescatistas la sacaran de los escombros, escuchó a otros pasajeros gritando. "Escuché niños gritando... También oí dos chicas que gritaban, una apoyada en la otra", dijo.

Al Goodman, Lindsay Isaac, Jonathan Helman, Catherine E. Shoichet, Elwyn Lopez, Patrick Sung, Jill Dougherty, Mariano Castillo, Karl Penhaul, Laura Perez Maestro y Laura Smith-Spark, de CNN, contribuyeron con este reporte.

Newsletter

Únete a nuestra comunidad. Te mandaremos una selección de nuestras historias.

Publicidad

Publicidad