El 'sueño americano' se traslada de los suburbios a la ciudad
Nota del editor: Grupo Expansión, que edita CNNMéxico.com, es parte de Time Inc, la empresa que edita la revista Time.
(CNNMéxico) — El estilo de vida típicamente estadounidense busca lugares con mayor actividad social e infraestructura y se aleja de los suburbios, según una reciente publicación que examina cómo estas zonas residenciales han perdido su atractivo.
En 2011, por primera vez en 100 años, fue mayor la población residente en las ciudades que en los suburbios de Estados Unidos, revirtiendo así la tendencia que se había mantenido estable durante cada década tras la invención del automóvil.
Leigh Gallagher, autora del libro The End of the Suburbs: Where the American Dream is Moving, explica en un artículo en Time que el cambio refleja la transición de gran parte de la población estadounidense hacia zonas urbanas y cómo esto podría afectar a la nación en un futuro.
Si bien la recesión es uno de los factores que promueven este cambio, no sólo se debe a la dificultad de encontrar trabajo en esas áreas, sino que también se debe al cambio profundo en el que los estadounidenses ya no quieren vivir en estas áreas porque consideran que carecen de planeación urbana y de infraestructura, y que son aburridas.
El 83% de la población estadounidense vive en las zonas urbanas, según los datos del Banco Mundial referentes a 2012.
Anteriormente, los suburbios estadounidenses evocaban cierto estilo de vida, una más tranquila, llena de vegetación, ligas deportivas de aficionados y centros comunitarios de la época colonial. En la actualidad, pesa más la idea de que a los suburbios les falta planeación y se cuestiona la necesidad de trasladarse diariamente a la ciudad por carretera.
Antes del boom del automóvil, las áreas suburbanas recreaban el ideal del sueño americano en el que los vecinos se conocían debido a la cercanía de sus casas, caminaban juntos desde la estación de tren a sus hogares, con un jardín afuera, aceras limpias y perfectamente alineadas.
Con la segunda Guerra Mundial, el mercado mobiliario estadounidense tuvo una de sus primeras crisis por la falta de casas para los soldados que regresaban del combate. El acceso de la clase media a los automóviles provocó que los sistemas de transporte públicos comenzaran a extenderse hacia los suburbios, alterando así la funcionalidad de estas zonas.
El libro, de 272 páginas y editado por Penguin Random House, explica cómo la facilidad para la concesión de una hipoteca resolvieron el problema de la falta de casas, pero provocaron que hubiera comunidades más aisladas sin atractivos culturales, y repleta restaurantes de comida rápida y centros comerciales. Series de televisión como Desperate Housewives reforzaron la idea de la vida tediosa en esas zonas.
“Aún sigue siendo atractiva la vida suburbana: más espacio, disfrutar del jardín, escuelas más personalizadas. Yo no tengo nada en contra de los suburbios”, escribe la autora en su texto. “Somos una nación que valora la privacidad y el individualismo con todo nuestro espíritu, y los suburbios nos dan ambos”, añadió.
“Como sea que se vean las cosas en 10 años, o 20, 50 o más, hay algo en lo que todos concordamos: habrá más opciones. El gobierno creó en el pasado el sueño americano a expensas de casi todos: el sueño de la casa, del césped, de la cerca al frente, dos niños o más, y un automóvil. Pero ese sueño americano no es único, ahora hay varios así como distintos tipos de soñadores. "La buena noticia para los emprendedores, académicos, planeadores, constructoras y pensadores es que ahora tienen nuevas oportunidades, al tratar de satisfacer a los nuevos soñadores".