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La mujer que creó una 'pandilla' para frenar la violencia en Nueva Orleans

Lisa Fitzpatrick fundó una organización para llevar un mensaje de paz y alejar a los jóvenes de los criminales en Nueva Orleans
vie 02 agosto 2013 11:08 AM

Hace casi 30 años, Lisa Fitzpatrick fue blanco de una iniciación en una pandilla.

Se había estacionado cerca de una carretera en la ciudad de Oklahoma para comprar algo en una tienda, cuando un coche se detuvo junto al de ella. Observó a dos niños de 12 años forcejeando con algo en el asiento trasero. De pronto, le apuntaban con un arma.

"Vi sus caras y estaban aterrorizados", dijo.

El disparo escapó.

La bala solo rozó a Fitzpatrick, dejándole una cicatriz cerca de la nariz, pero el incidente cambió la manera en que percibía la violencia de las pandillas. Dijo que después se enteró por la policía que los niños habían sido instruidos para matar a alguien esa noche o algún miembro de su familia sufriría violentas consecuencias.

"Yo no era la víctima esta noche, era el daño colateral", dijo Fitzpatrick, quien ahora tiene 50 años. "Las víctimas eran los dos niños en el asiento trasero con el arma en las manos. Esto cambió completamente mi visión sobre quiénes son las víctimas. A veces es la persona que jala el gatillo".

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Más de dos décadas después, Fitzpatrick, quien vivía en Nueva Orleans, tuvo otro encuentro con la violencia en las calles .

Mientras manejaba de regreso a casa desde su trabajo, en una compañía de salud, encontró que su calle estaba bloqueada por la policía. Alguien a quien su hija conocía había sido asesinado: la víctima accidental de un tiroteo desde un coche en movimiento. Para Fitzpatrick, ese fue el momento clave.

"Simplemente era demasiado", dijo. "Muchos jóvenes habían terminado sobre charcos de su propia sangre. No quería que esto se convirtiera en algo normal. No quería que los niños pensaran que esto era normal. Tenía que hacer algo".

Fitzpatrick renunció a su trabajo, simplificó su vida y creó el APEX Youth Center . Desde 2010, más de 460 niños y jóvenes adultos han llegado al centro para pasar su tiempo libre y escapar de la violencia en las calles.

APEX, que significa Always Pursuing Excellence (Siempre en Busca de la Excelencia, en español) incluye actividades como el basquetbol, los videojuegos o el billar. Pero también ofrece orientación, tutorías y capacitación para el trabajo de manera que los jóvenes puedan tener un mejor futuro.

"Buscamos que los y las jóvenes se enfoquen en lo que quieran hacer", dijo Fitzpatrick. "Trabajamos en encontrar nuestra pasión".

APEX atrae a jóvenes de toda la ciudad y las tensiones que existen entre diferentes facciones de los barrios en ocasiones pueden avivarse. El objetivo último de Fitzpatrick es enseñarles a solucionar esos momentos sin recurrir a la violencia.

"Las estadísticas dicen que en la mayoría de los casos los jóvenes asesinados en la calle conocen a su asesino", dijo.

"Nuestro lema es: 'Reconciliación, nunca represalia', y es una elección difícil en un mundo donde las cosas se resuelven 'ojo por ojo'", dijo. "Lo que hacemos es preguntarnos ¿cómo podemos hacer frente a esto de manera diferente? ¿qué podemos hacer para evitar que esta situación siga creciendo? Las respuestas están en los jóvenes.

En ocasiones utilizan palabras para calmar la situación. En otras situaciones utilizarán el baile u otros talentos artísticos. Sin importar el método, Fitzpatrick sabe que cada situación que se negocia de manera pacífica , le da a los jóvenes herramientas que pueden utilizar en el futuro.

"Me gustaría decirte que yo podría convencerlos de cambiar sus costumbres, pero no funciona de esa manera", dijo. "Les damos espacios y la oportunidad para tomar una decisión. Lo que he encontrado es que en realidad nadie les ha permitido hacer una elección".

"Cuando les pregunto por qué están conmigo cada noche de viernes, dicen: 'porque eres la primera persona que nos deja atravesar la puerta'".

Fitzpatrick está motivada, en parte, por sus creencias religiosas. Trabaja como pastor asociado en una iglesia metodista local. Pero dijo que no impone su religión a los niños y la evangelización no está permitida en APEX.

"Muchos de los niños me preguntan, '¿por qué estás aquí?'. Y soy honesta con ellos", dijo. "Estoy aquí porque es lo correcto y porque siento que es lo que debo de hacer y eso tiene que ver mucho con mi fe".

Al ver a Fitzpatrick, una mujer blanca de 50 años, podría pensarse que no tiene mucho en común con los jóvenes negros que acuden al centro, aunque la realidad es otra.

Michael Lewis, un joven de veintitantos años dijo que sintió una "conexión instantánea" con Fitzpatrick al escuchar sobre su pasado. Poco después le estaba mostrando sus propias heridas de bala y contándole su historia.

Kendall Santacruze, de 20 años, dice que la dirección de su vida cambió por el mensaje de Fitzpatrick .

"Ni siquiera voy a mentir: estaba apunto de herir a alguien de manera seria", dijo. "Mis amigos y yo, de hecho, teníamos armas, pero Miss Lisa, nos detuvo".

"Miss Lisa me enseñó a manejar enojo, a tener el control de mí mismo, y no dejar influenciarme por otros".

Hoy, Santacruze ayuda a otros en APEX donde observa a jóvenes enfrentándose a los mismos problemas que alguna vez tuvo.

"De la misma manera en que Miss Lisa es una influencia para mí, siento que yo soy una influencia para ellos".

Fitzpatrick y su familia han tenido que hacer sacrificios para mantener abierto APEX, como cambiar su casa de cinco recámaras por un departamento de dos. En un punto, las cosas se pusieron tan difíciles que una mujer tuvo que comprarle comida a Fitzpatrick con sus propios cupones.

Pero Fitzpatrick dice que no cambiaría nada.

"Los niños, renuncian a todo para estar aquí. Es mi inspiración. No puedo hacer nada más que estar aquí".

¿Quiere involucrarse? Visite el sitio de Internet de APEX Youth Center en www.apexyouthcenter.org

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