La política de austeridad de Angela Merkel se pone a prueba en las urnas
Los electores de Alemania votan este domingo para decidir quién dirigirá la primera potencia económica europea mientras el país lidia con su liderazgo en la crisis de la zona euro.
La canciller alemana, Angela Merkel, ha representado la política de austeridad en Europa desde el declive económico de la región. A pesar del odio que ha provocado en muchos europeos por los recortes que ha impulsado en países vecinos a cambio de ayuda, la mayoría de los alemanes apoya esa política.
Después de ser elegida en 2005 y de su reelección en 2009, las encuestas señalan su posibilidad de lograr un tercer mandato. El país europeo es la cuarta potencia económica a nivel mundial, detrás de Estados Unidos, China y Japón. Ocupa el segundo lugar en exportaciones a nivel mundial, después de China.
La población alemana recibió la política de austeridad de Merkel con enojo y frustración en 2011, cuando la recesión amenazaba a la eurozona. El 15% de alemanes encuestados aprobó el desempeño de su gobierno durante la crisis del euro, mientras que el 75 % lo desaprobó, según una encuesta de ese año de Bloomberg/YouGov. En diciembre de 2005, cuando Merkel llegó a la cancillería, el índice de desempleo era del 11,1%; en septiembre de 2009, con la celebración de las siguientes elecciones, el desempleo había bajado al 8%. El índice actual es del 6,8%, la segunda tasa más baja de Europa.
El mandatario alemán de los próximos años encarará un escenario europeo con grandes retos, como el lento crecimiento económico, niveles récord de desempleo, una población cada vez más vieja y una deuda creciente.
Se prevé que Grecia necesitará más ayuda y que Portugal requiera de un segundo rescate. La prioridad a corto plazo será reparar el sistema bancario europeo, clave para descongelar los créditos, generar confianza en el gasto y restablecer la salud económica a largo plazo.
La permanencia de las reformas
La canciller dijo este jueves que se debe continuar el camino de las reformas en Europa y apeló a no dejarse amedrentar por las dificultades. "En Alemania, tras las reformas al comienzo el desempleo subió y luego empezó a descender", dijo Merkel en una entrevista con varias radios privadas que reporta EFE. "Hace unos años Alemania era considerado el hombre enfermo de Europa y vivíamos una situación de la que salimos a través de reformas”, añadió.
La candidata subrayó que existen grandes diferencias en los programas del gobierno de la oposición, tanto en política interna como europea. "Los socialdemócratas quieren subir los impuestos, nosotros no queremos subirlos y queremos bajarlos donde sea posible. Ellos quieren colectivizar la deuda europea", dijo Merkel.
La canciller se enfrenta a Peer Steinbruck, un representante del partido socialdemócrata, de 66 años, y ministro de Finanzas de Merkel de 2005 a 2009. Durante su campaña, el contendiente se ha destacado por sus gestos inapropiados en espacios públicos. A pesar de que los socialdemócratas tienen un tono más ligero en cuanto a la austeridad, han apoyado todas las grandes decisiones de Merkel en cuanto a la crisis europea.
Los ochos años de gobierno de Merkel, primero en coalición con el Partido Socialdemócrata (SPD) y luego con el FDP, han estado marcados por la gestión de dos grandes crisis internacionales.
La primera ocurrió tras la quiebra del banco de inversiones Lehmans Brothers en septiembre de 2008, que acabó por arrastrar con el sector financiero mundial y socavó la economía real. La segunda fue la crisis del euro, un desafío para la canciller que cuestionó el proyecto de integración europea.
Con información de Mark Thompson y EFE.