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El hijo de Ariel Castro describe su tormento por los crímenes de su padre

Después de que su padre fue condenado por violación y de que se suicidó, Ariel Anthony Castro sufre los efectos de los crímenes de su padre
lun 23 septiembre 2013 05:50 PM
Juicio contra Ariel Castro
REU. Ariel Castro/juicio Juicio contra Ariel Castro

Lidiar con el hecho de que su padre fue condenado como violador ha sido difícil.

La vida de Ariel Anthony Castro se ha vuelto surreal después de que muchos medios reportaran el caso y  posterior suicidio de su padre .

Ahora, el joven habla de su lucha en un  ensayo para la página Cleveland Plain Dealer . Dice, que quiere dejar las cosas claras: “No soy mi padre”.

“Todavía estoy impactado por todo lo que ha sucedido estos últimos meses. Instantáneamente, mi padre se convirtió en uno de los hombres más odiados”, escribió.

“De un momento a otro, los reporteros de todo el mundo demandaban saber quién era este hombre y qué tipo de antecedentes tenía. Así, mi padre pasó de ser capturado a condenado, a encarcelado para después morir”.

Ariel Anthony describió que se escondió en la casa de uno de sus amigos, “debido a que estaba impactado hasta los huesos y no quería verme forzado a manejar mi aflicción ante las cámaras y micrófonos”.

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Cuando eventualmente Castro regresó a su hogar, se dio cuenta de que alguien había entrado a la vivienda, saquearon su casa y escribieron insultos en la puerta principal.

Dijo que todavía está disgustado y enojado por los crímenes que su padre cometió.

“Merecía pagar por sus actos,  merecía cada uno de sus 1000 años  que podría haber pasado en prisión”, escribió Castro. “Mi enojo con él no me permitió visitarlo en la cárcel, incluso cuando lo llevaron a las instalaciones que se encontraban a solo a 20 minutos de mi casa. Tenía que haberlo superado antes de que mis sentimientos cambiaran. Pero tan solo unas semanas después, esa ventana se cerró definitivamente”.

Después de que su padre se suicidó, Castro dijo que tuvo que enfrentarse a los reporteros que trataban de conocer su “reacción inmediata y de saber la ubicación de los restos de mi padre, por lo que me esperaban fuera de la oficina del forense del condado de Franklin” (en la ciudad de Cleveland, al noreste de Estados Unidos).

Sin embargo, aun está tratando de superar todas las horribles sorpresas del último año.

“Hace mucho aprendí que no vale la pena el esfuerzo de odiar activamente a alguien que siempre estará en tu vida", escribió Castro.

“En lugar de despedirme por fin de Ariel Castro, la pregunta debería ser: ¿Ahora qué? Si la vida y la muerte de mi padre pueden lograr cambios en la manera en que nos enfrentamos a los predadores sexuales, a la violencia doméstica, a la enfermedad mental y sí, a la seguridad en las prisiones, entonces deberíamos tener esas discusiones. Si podemos evitar que esto se repita aquí o en cualquier otro lugar, entonces habremos hecho justicia entre todos por las piezas rotas que mi padre dejó”.

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