Familias en Kenya no saben si sus seres queridos están muertos o vivos
Apoyada por extraños, una mujer llora afuera de la morgue principal de Nairobi.
Entra a una carpa improvisada para familiares de las víctimas, pero sus lamentos se escuchan hasta afuera.
Al mismo tiempo, decenas de familias esperan, sin estar seguras si sus seres queridos están muertos o vivos.
Janet Mwikali mecía a su nieta el lunes pasado, mientras espera por alguna información. Su esposo, John, trabajaba dentro del supermercado Nakumatt y está entre los desaparecidos. "Tengo esperanza, rezo", afirma. "Él es el amor de mi vida".
Es una escena que se repite desde que militantes de al Shabaab atacaron el centro comercial el pasado sábado . Unas 63 personas siguen desaparecidas desde entonces.
Sin embargo las probabilidades parecen sombrías. Al menos 67 personas están muertas y muchas más atrapadas en los restos del edificio que colapsó parcialmente.
El gobierno keniano anunció este martes que el operativo para terminar con el ataque terminó , pero no han llegado más cuerpos a la morgue.
Los que ya saben
Para quienes saben que sus seres queridos murieron, ya ha comenzado un largo camino hacia la recuperación.
Dolientes se reunieron este jueves para despedir a la popular presentadora de radio Ruhila Adatia-Sood, quien murió en el ataque en el centro comercial, donde era juez en un concurso de cocina para niños. Varios de los menores también recibieron disparos.
Ruhila estaba embarazada de su primer hijo cuando murió.
Los suyos y decenas de otras familias pueden llorar con la certeza del resultado temido. Pero para quienes esperan afuera de la morgue, la esperanza es su único consuelo. Esperan que sus seres queridos no lleguen ahí y desesperadamente quieren respuestas.
Un día después de que Mwikali junto a su nieta rezaba por el regreso de su esposo, finalmente encontró su cuerpo en la morgue. La mujer estaba demasiado abatida como para poder hablar.
Atika Shubert contribuyó con este reporte