El equipo de armas químicas en Siria enfrenta peligros, afirma Ban Ki-Moon
La misión internacional que destruirá las armas químicas de Siria no tiene precedentes y el equipo enfrenta muchos peligros, advirtió este lunes el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, en una carta enviada al Consejo de Seguridad.
El grupo, que incluye personal de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) y de las Naciones Unidas, tiene la tarea de supervisar la eliminación de todas las armas químicas en Siria para la mitad del próximo año.
Los sirios comenzaron a destruir el programa de armas químicas este domingo bajo la supervisión de un equipo de avanzada de inspectores, según Ban.
El personal sirio utilizó sopletes para destruir o inutilizar varios dispositivos, según la OPAQ. "Estos incluyeron ojivas de misiles, bombas aéreas y equipo de mezclado y llenado".
Un segundo equipo de expertos será enviado a Siria para “aumentar el equipo de avanzada” que ya se encuentra en el país verificando la destrucción de armas químicas, informó la OPAQ este martes.
En su carta, Ban delineó las tres fases de la misión: establecer una presencia inicial y verificar la declaración del gobierno sirio sobre su arsenal; supervisar la destrucción de armas químicas, y verificar la destrucción completa de cualquier programa o material relacionado con armas químicas.
Los equipos que irán a Siria incluyen a personal médico y de seguridad, así como a inspectores de armas, y tendrán una base de apoyo en Chipre donde pueden entrenar y planear sus operaciones, según la carta.
Hasta ahora, el equipo de avanzada es de unas 35 personas pero dicho número se expandirá eventualmente a cerca de 100, según Ban.
Ellos enfrentan un ambiente "peligroso y volátil", particularmente en áreas urbanas como en Damasco, Homs y Aleppo, advirtió el secretario general de la ONU.
"Artillería pesada, ataques aéreos, disparos de mortero y el bombardeo indiscriminado de áreas civiles son común y las líneas de batalla cambian rápidamente", afirmó.
Debido a ese ambiente, la misión solo desplegará al personal cuya presencia es necesaria para realizar la tarea, dijo Ban.
Un "coordinador especial" civil dirigirá la misión y reportará a Ban Ki-moon y al director general de la OPAQ, Ahmed Uzumcu.
Plazos ajustados
La resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que autoriza la misión fijó como plazo mediados de 2014, para que Siria destruya sus armas químicas o enfrente consecuencias.
Bajo dicho fallo, los inspectores internacionales de armas deben completar antes del 1 de noviembre las revisiones iniciales y la erradicación de las instalaciones de producción y mezclado de químicos.
Este plazo es "muy corto", según Ban, especialmente debido a la complejidad de la operación y al actual conflicto.
Pero, afirmó, la fase final de la misión "será la más difícil y desafiante". En un periodo de ocho meses, el equipo "apoyará, monitoreará y verificará la destrucción de un complejo programa de armas químicas que involucra múltiples sitios en varias partes de un país envuelto en un violento conflicto".
Esto incluye unas 1,000 toneladas métricas de armas químicas, agentes y precursores que son "peligrosos de manejar, peligrosos de transportar y peligrosos de destruir", afirmó.
Los inspectores tendrán que cruzar las líneas del frente y moverse a través de áreas controladas por grupos armados hostiles con los objetivos de la misión conjunta, agregó Ban.
El periodo de tiempo para dicha fase sería ambicioso en las circunstancias más pacíficas, afirmó, pero la actual situación la hace "una operación que simplemente nunca se ha intentado antes".
El compromiso de Siria es clave: Ban
El país, que afirmó que cooperará con la misión internacional, hizo una declaración de sus sitios de armas químicas.
Ban dijo que el éxito de la misión dependerá de "compromiso sostenido y genuino" del gobierno sirio para cumplir con sus obligaciones bajo la Convención de Armas Químicas y cooperar con los inspectores.
También hizo un llamado a cualquier país con influencia sobre los diferentes bandos a que apoyen a la misión internacional y se garantice la seguridad del personal. La única forma de terminar con el "sufrimiento atroz" en Siria y con la crisis es a través de un proceso político y no militar, agregó Ban.
Sin embargo, ha existido escepticismo sobre si Siria entregará todo su arsenal químico.
Un general sirio que desertó, Zaher al-Sakat, dijo a CNN la semana pasada que aparte de cuatro lugares secretos dentro de Siria, el régimen está transfiriendo armas químicas a Iraq y Líbano, una acusación que también realizó el comandante del Ejercito Siria Libre, Salim Idriss. Líbano e Iraq niegan las acusaciones.
La resolución de la ONU, que fue aprobada luego de un mes de dramática diplomacia , está basada en un acuerdo entre Estados Unidos y Rusia que evitó un ataque militar estadounidense por las acusaciones de que el gobierno sirio utilizó gas sarín durante un ataque el pasado 21 de agosto en un suburbio de Damasco.
Funcionarios estadounidenses dicen que al menos 1,400 personas murieron. Siria niega estar involucrado en el ataque y culpa a los rebeldes.