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El acuerdo fiscal en EU supone una solución económica y política temporal

El acalorado debate sobre el presupuesto y el techo de la deuda está lejos de su final, a pesar de que el Congreso lograra abrir el gobierno
jue 17 octubre 2013 10:48 AM

Tardaron más de dos semanas, pero el Congreso de Estados Unidos finalmente llegó a un acuerdo para poner fin al cierre del gobierno y elevar el techo de deuda que deja satisfechas a ambas facciones.

O tal vez no. ¿Quién lo sabe con certeza en medio de esta confusión de juegos y posturas? Lo cierto es que, sin importar si votaron con base en sus principios o en la política, el compromiso del Congreso no significa que los estadounidenses deban confiar en que los días de trastornos quedaron atrás. Estas son las razones:

1. El acuerdo solo pospone las cosas

Los demócratas y los republicanos negociaron un acuerdo para financiar al gobierno hasta el 15 de enero , es decir, por unos tres meses. Mientras tanto, la fecha límite para las negociaciones sobre el presupuesto para el siguiente año fiscal en su totalidad, en las que se espera que se aborden las medidas para reducir el déficit y que podrían afectar a la fecha del siguiente incremento al techo de deuda, quedó establecida para algún momento de diciembre.

Por más que los líderes políticos tratan de representarlo como un compromiso considerable, el acuerdo de esta semana no es más que una curita para la economía de la nación que de cualquier manera requerirá de una cirugía mayor en los próximos meses.

Los estadounidenses tendrán que soportar las rondas de complicaciones que acompañan al siguiente cierre.

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2. ¿Pensabas que esto había sido conflictivo? Aún no has visto nada

Aunque el presidente Barack Obama insista en que el techo de la deuda no está sujeto a las políticas partidistas, las negociaciones desagradables y prolongadas han demostrado lo contrario y predicen que próximamente habrá un duelo similar.

Podría parecer que los enfrenamientos en el Congreso que antecedieron al acuerdo son una muestra del gobierno en su momento más disfuncional, aunque los expertos dicen que lo peor podría estar por venir.

La animadversión entre los demócratas y los republicanos crece rápidamente y la posibilidad de llegar a un acuerdo en los próximos debates será más escurridiza. Los estadounidenses pueden estar seguros de que conforme se acerquen las elecciones intermedias de noviembre de 2014 las posturas serán más marcadas y notorias, y habrá menos cooperación y colaboración.

Además, está el asunto de Obamacare. Si el Partido del Té y los conservadores duros del partido republicano no logran que se aprueben sus medidas en contra del Obamacare, "la reacción no será de: 'Cielos, creo que deberíamos rendirnos'", dijo el panelista del programa Crossfire de CNN y expresidente de la Asamblea de Representantes, Newt Gingrich.

"Estarán más amargados, más furiosos. Buscarán más formas de atacar a Obama porque no pueden encontrar la forma de que negocie", dijo. Agregó que espera que Obamacare se convierta en el asunto definitivo en los dos próximos ciclos electorales.

Además, si esperabas que se lograrán algunos avances considerables en la reforma inmigratoria y otros temas, te equivocas. Un vocero de la Casa Blanca hizo eco de las reflexiones de Gingrich respecto a la discordia en el gobierno: "Creo que es pronto, si consideramos todo lo que hemos pasado, para empezar a predecir una futura armonía bipartidista".

3. Aunque los congresistas se pusieran de acuerdo milagrosamente, los estadounidenses no confiarían en ellos

No faltan las encuestas que muestran que los estadounidenses están hartos de sus funcionarios electos. En una encuesta que realizaron recientemente CNN y ORC International, se demostró que el 63% de los participantes estaban molestos con los republicanos por la forma en la que habían manejado el cierre; el 57% estaba molesto con los demócratas, y el 53% manifestó que Obama los había decepcionado.

Una encuesta más alegre que realizó Public Policy Polling la semana pasada tal vez sea más reveladora, ya que los participantes compararon al Congreso con Wall Street y con las brujas; te sorprenderías de saber qué cosas tuvieron mejores índices de aprobación que el Congreso.

De acuerdo con los encuestados, entre las cosas que superaban al Congreso estaban las heces de perro (47%-40%), las hemorroides (53%-31%), el fungir como jurado (73%-18%), el pie de atleta (44%-41%), las cucarachas (44%-42%), el servicio de recaudación de impuestos (42%-33%), las suegras de los encuestados (64%-20%), los baches (47%-36%) y los zombis (43%-37%).

Algo que podría considerarse como una buena noticia es que el Congreso logró superar al presidente de Rusia, Vladimir Putin; al excongresista, Anthony Weiner; a Lindsay Lohan, Charles Manson, al ébola, Siria y a Miley Cyrus, entre otros.

Los resultados de la encuesta son graciosos, pero ¿hay algo gracioso en tener un órgano gubernamental que ha perdido la confianza de una parte tan importante del electorado? ¿Se puede gobernar eficazmente cuando el público estadounidense está tan molesto con el Congreso y el presidente? Al parecer la nación lo sabrá en los próximos meses.

Tom Cohen colaboró con este reportaje.

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