Los rebeldes del norte de Siria recurren a la sátira como arma
La guerra y el humor son una combinación extraña, pero en medio del absurdo de la guerra civil que se ha librado en Siria por casi tres años, una ciudad usa la risa como forma de resistencia.
La ciudad de Kafr Nabl ha cobrado fama por su forma satírica de representar el conflicto, tanto en caricaturas en las que se ve al presidente de Siria, Bachar al Asad, con cuerpo de zorro y armas químicas humeando desde su trasero hasta carteles satíricos.
"La risa es vida. Queremos vivir y necesitamos vivir. Necesitamos enviar al mundo el mensaje de que somos humanos y que queremos vivir", dijo Raed Fares, líder del centro de medios del grupo opositor de Kafr Nabl.
En su más reciente producción cómica, un elenco de activistas aficionados, civiles y rebeldes del Ejército Libre de Siria se disfrazaron de cavernícolas y se burlaron de la inacción de la comunidad internacional en un video titulado Kafranbel, la revolución siria en tres minutos .
"Pensé que sería bueno usar cavernícolas por el idioma. No necesito traducir ni decir nada; la gente de todo el mundo puede entenderlo sin que hablemos", dijo Fares, quien produjo y dirigió el video.
En las primeras dos escenas, los cavernícolas protestan contra al Asad solo para que los maten a tiros y luego con dinamita, pero cuando los opresores lanzan armas químicas, los transeúntes —que anteriormente no mostraban interés y que representan a la comunidad internacional— intervienen para confiscar el gas. En la escena final, la matanza continúa sin armas químicas y con una señal de aprobación de la comunidad internacional.
"Algo estaba muy mal con las acciones de Obama porque atacaría a Asad solo para deshacerse de las armas químicas. Es como si arrestara a las armas y dejara libre al criminal", dijo Fares.
La más reciente producción del grupo diestro en el uso de los medios recibió decenas de miles de visitas y presume de un nutrido público en Facebook, en donde sus miembros publican fotos de las pancartas cáusticas que el grupo lleva en sus manifestaciones semanales de los viernes en contra del gobierno.
"Ya no confío en los gobiernos del mundo. Confío en la gente, así que trato de conmover a la gente de todo el mundo y explicar nuestra revolución. No es como el régimen quiere retratarla, como una guerra civil o una guerra contra el terrorismo. Somos humanos y necesitamos libertad y dignidad, pero él nos mató", dijo Fares.
