'Haiyan' se debilita a tormenta tropical tras tocar tierra en Vietnam
Al menos seis víctimas mortales tras el paso del meteoro en Vietnam son las que reportan los medios estatales, aunque aseguran que el número puede elevarse en las próximas horas
Aunque Haiyan pierde fuerza, la amenaza de fuertes lluvias, inundaciones y deslizamientos de tierra se mantiene, mientras se mueve hacia el sur de China.
Filipinas se enfrenta a un duro camino en la recuperación de su territorio a raíz de la tormenta tropical Haiyan, el meteoro tocó tierra en el noreste de Vietnam con fuertes lluvias la madrugada de este lunes y obligó la evacuación de cientos de miles de personas.
Las autoridades filipinas advirtieron que el tifón podría haber matado a miles en su territorio, dejando una estela de devastación en una escala que nunca se habían visto antes.
No hay electricidad. No hay comida. No hay agua. Casas y edificios desnivelados. Cuerpos sin vida esparcidos en las calles. Hospitales llenos con heridos y los suministros médicos agotándose.
La destrucción en Filipinas
Tres días después de que el tifón Haiyan arrasara a Filipinas, el país comienza a dimensionar el alcance de la devastación.
La ayuda empieza a llegar a las zonas más afectadas por la tormenta histórica, mientras sigue la penosa tarea de contar a los muertos.
Cinco personas murieron en Vietnam mientras hacían preparativos para la llegada de Haiyan, informó este lunes (tiempo local) la agencia estatal de noticias del país.
La cifra oficial de muertos en Filipinas se situó este lunes (tiempo local) en 255, según el Consejo Nacional de Reducción del Riesgo de Desastres, aunque las autoridades esperan que ese número aumente dramáticamente.
La Cruz Roja de Filipinas estima que al menos 1,200 personas murieron por la tormenta - conocida localmente como Yolanda - pero ese número podría cambiar a medida que los funcionarios se dirigen a zonas remotas, casi inaccesibles por los efectos de Haiyan.
Otros indican que la cifra de víctimas es mucho más alta: El Comité Internacional de la Cruz Roja dijo que es realista estimar que 10,000 personas podrían haber muerto a nivel nacional.
Se estima que 9.5 millones de personas han sido afectadas por el tifón, incluyendo aproximadamente 620,000 desplazados de sus hogares, de acuerdo con las Naciones Unidas.
Desesperación por la devastación
No fueron los vientos de hasta 250 kilómetros por hora los que causaron el mayor daño en Filipinas, sino el oleaje que en algunas partes alcanzó los cinco metros de altura.
Casi medio millón de personas fueron obligados a abandonar sus hogares, y ahora miles no tienen forma de regresar, informó el Consejo Nacional de Manejo y Reducción de Riesgos.
En Tacloban, con una población de 200,000, la búsqueda cada vez más desesperada de comida y agua ha llevado a saqueos de establecimientos. La policía nacional y el Ejército enviaron refuerzos a la ciudad este domingo para evitar los robos.
Otra escena desesperada ocurre en el único hospital funcional de la ciudad. Los médico no pudieron admitir a más víctimas heridas debido a la falta de espacio. Algunos de los heridos permanecen en los pasillos del lugar en busca de atención.
“No tenemos nada más con qué ayudar a la gente”, dijo uno de los doctores. “Necesitamos conseguir suministros inmediatamente”.
En tanto, la Cruz Roja filipina apenas pudo introducir a un equipo de emergencia a Tacloban, pero no ha podido llevar a su principal equipo de rescatistas y suministros a la ciudad.
El Programa Mundial de Alimentos de la ONU reúne recursos globales para enviar suficiente comida que pueda alimentar a 120,000 personas, dijo la vocera del órgano, Bettina Luescher.
Un duro golpe
Haiyan podría ser el mayor ciclón tropical registrado en la historia , pero los meteorólogos informaron que aún requieren un mayor análisis para confirmar si establece un récord.
El tifón fue 3.5 veces más fuerte que el huracán Katrina, que impactó la costa este de Estados Unidos en 2005.
Pero la tragedia por Haiyan ha causado mucho más que pérdidas enormes de vidas y destrucción épica, también arruinó la vida de muchos sobrevivientes.
“Este desastre en esta escala probablemente nos tendrá trabajando el próximo año”, dijo Sandra Bulling, funcionaria de comunicación internacional de la agencia CARE. “Los pescadores perdieron sus botes. Las cosechas están devastadas. Esto realmente es básico para el ingreso de mucha gente”.