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Dos mujeres con un pasado similar compiten por la presidencia chilena

Las principales candidatas a la presidencia de Chile comparten capítulos similares en su historia, marcada por el golpe de Estado
jue 14 noviembre 2013 06:22 AM

Conforme las campañas presidenciales en Chile se aproximan a la recta final, las dos principales contendientes, Michelle Bachelet y Evelyn Matthei, buscan establecer sus diferencias en los planes de desarrollo para el país sudamericano, sin hacer referencias al pasado. 

Ambas candidatas vivieron parte de su infancia en Antofagasta, en el norte de Chile, las dos son hijas de generales de la Fuerza Aérea y han tenido una exitosa carrera política. Sus familias fueron amigas durante su niñez. Matthei nació en 1953 y Bachelet, la favorita según las últimas encuestas, en 1951.

Evelyn Matthei es hija de Fernando Matthei, un general que alcanzó la jefatura de la Fuerza Aérea de Chile (FACH) y que perteneció a la junta militar de Augusto Pinochet, la candidata comenzó su vida política en paralelo con el fin de la dictadura. Michelle Bachelet es hija del general de la FACH Alberto Bachelet. Tras el golpe de Estado de 1973, Matthei permaneció en la política chilena mientras el padre de Bachelet murió a causa de las torturas sufridas por haberse opuesto al régimen en 1974, de acuerdo a la página oficial de la candidata.

El camino de las candidatas no solo se modificó por la suerte de sus padres, también por su educación. Mientras Matthei perfeccionaba en Londres su carrera como pianista, Bachelet y su madre fueron torturadas por la policía secreta de Pinochet. En 1975, ambas fueron expulsadas del país, por lo que vivieron exiliadas en Australia y Alemania hasta 1979, cuando la candidata regresó a Chile, de acuerdo con su portal en internet.

A finales de los ochenta, Evelyn Matthei descubrió la política, luego de haber estudiado piano por 15 años, graduarse como ingeniera comercial, desempeñarse como profesora universitaria y ejecutiva de empresas, según su perfil oficial. En 1989, Matthei integró la "patrulla juvenil" del partido Renovación Nacional (RN), formada por jóvenes políticos desligados de la dictadura, proclives a reformar el sistema para hacerlo más moderno y participativo. Durante esa misma época, Bachelet desempeñó diversos cargos ligados al servicio social en instituciones como la ONG Pidee, dedicada a brindar apoyo profesional a hijos de detenidos y de víctimas del régimen militar en Santiago y Chillán.

Estas similitudes y otras, fueron retratadas en Hijas de General, un libro en el que las periodistas Nancy Castillo y Rocío Montes repasan la biografía de las candidatas, aludiendo al pasado compartido, que va más allá de haber vivido en el mismo periodo. “El libro refleja un contexto histórico" hace evidente los problemas de Chile en años anteriores", dijo Montes en entrevista con CNNChile. "Narra el cambio de carácter de ambas contendientes “desde niñas hasta adultas".

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"Igualarlas no es el propósito del libro" sino más bien mostrar dos historias marcadas por periodos similares, que cambian cuando "Chile se divide en dos", de acuerdo con la autora. 

La favorita

La expresidenta chilena se enfrenta por primera vez a la exministra de Trabajo en la primera ronda de las elecciones presidenciales este domingo 17 de diciembre. Los resultados de las últimas encuestas señalan que la candidata del pacto Nueva Mayoría   tiene una amplia ventaja sobre Matthei y los otros siete candidatos que se postulan a la presidencia. “Ya sabemos cuál será el final de la elección”, dijo el politólogo de la Universidad de Nueva York, Patricio Nava en entrevista para CNNChile. 

Se estima que el 60% del padrón en condición de votar, acuda a las urnas el próximo domingo, es decir 13 millones de personas, de los cuales se espera que el 7.8% vote por Bachelet, de acuerdo con un reporte de CNN en Español

Entre las diferencias que Matthei y el partido oficialista chileno se han empeñado en recalcar, destacan la reforma constitucional que Bachelet plantea, así como sus promesas de garantizar la educación gratuita universal y elevar los impuestos a las empresas. 

“Si vence Bachelet, se puede imponer un giro a la izquierda demasiado brusco para un país moderado como Chile", dijo el jefe de campaña de Matthei, Joaquín Lavín, de acuerdo con un reporte de EFE. Los partidarios de Bachelet calificaron esas acusaciones como parte de una "campaña del terror" y dijeron que ésta no tiene sustento en la realidad.

La oportunidad de Matthei 

A sus 59 años, Evelyn Matthei contiende por el máximo puesto político de su país después de una trayectoria en la que tuvo que lidiar con las dudas sobre su capacidad. 

A finales de 1992, cuando los partidos buscaban sus candidatos para las presidenciales del año siguiente, por el partido Renovación Nacional competían Evelyn Matthei y Sebastián Piñera. En medio de la campaña, durante un programa de televisión se dio a conocer una grabación de una conversación telefónica de Piñera en la que descalificaba a Matthei y pedía ayuda a uno de sus amigos para fomentar la imagen negativa de la candidata. La idea era dejar a Evelyn "como una cabrita (niña) chica, despistada, que da palos de ciego, sin ninguna solidez (...), una huevona débil, inestable", decía Piñera en la conversación, de acuerdo con EFE.

Tras darse a conocer este capítulo de la política chilena, el cual recibió el nombre de “Piñeragate”, Matthei fue vista como víctima de la situación. Sin embargo, días después de la revelación, los autores dijeron que vigilaban a Piñera precisamente por encargo de Matthei, quien confesó su culpa y renunció a su candidatura, y fue suspendida de su partido por 10 años.

"Me equivoqué de punta a cabo" en el Piñeragate, dijo Matthei durante un debate electoral. La candidata fue elegida nuevamente diputada en 1993 y en 1997 se convirtió en senadora por la región de Coquimbo, cargo en el que fue reelegida en 2005 y al que renunció en 2011 para ser ministra del Trabajo del gobierno de Piñera. 

Si las encuestas atinan, una mujer presidirá Chile durante el siguiente mandato y se convertirá en la cuarta presidenta latinoamericana después de Dilma Rousseff, Cristina Fernández y Laura Chinchilla. 

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