Las niñas son más vulnerables a un tifón hasta dos años después de su paso
La cifra de muertos por los tifones en Filipinas permanece un tiempo tras su paso y refleja una cantidad desproporcionada de fallecimientos de niñas hasta dos años después de la tormenta, en comparación con los varones, de acuerdo con un reporte que no contempla los daños de Haiyan.
Los autores del estudio sugieren que las niñas filipinas sufren "muertes económicas" como resultado del impacto en sus hogares y de cómo sus familias disponen de los recursos. El número de muertes de niñas por este motivo es 15 veces mayor que el generado por la exposición al tifón.
"Muchas veces, cuando pensamos en el cambio climático o los desastres , nos enfocamos en los daños inmediatos", dice Jesee Antilla-Hughes , profesor asistente de la Universidad de San Francisco. "Cuando vez el legado perdurable de estos eventos, el daño retardado es difuso, de larga duración, en verdad toma mucho tiempo en aparecer".
Antes de que Haiyan devastara Filipinas, Antillo-Hughes y Solomon Hsiang realizaron el estudio sobre los costos del cambio climático. Eligieron Filipinas por la frecuencia con que enfrenta tifones.
El supertifón Haiyan dejó al menos 5,209 muertos , de acuerdo con la cifra difundida este viernes por el Consejo Nacional de Manejo y Reducción de Riesgos y Desastres, citado por la Agencia de Noticias de Filipinas. Además, hubo 23,404 heridos y 1,582 siguen desaparecidos, según el reporte.
Pero los autores creen que los rescatistas y funcionarios de gobierno deben prestar atención al impacto en la mortalidad infantil en las comunidades devastadas, especialmente en los años siguientes.
Antillo-Hughes y Hsiang concluyeron su estudio a principios de este año y ahora está en revisión para ser publicado en una revista económica.
Los autores recolectaron información económica y de salud del gobierno filipino entre 1979 y 2008 para saber cómo los tifones habían afectado a los hogares. El promedio anual de muertes provocadas por tifones fue de 740, mientras que el promedio de "muertes económicas" de niñas fue de 11,261 en los años posteriores a las tormentas.
"Vimos un gran incremento en la mortalidad de niñas", dijo Hsiang, profesor asistente de política pública de la Universidad de Berkeley, en California. "Lo confuso era que la mortalidad surgía mucho después de la tormenta".
Cerca de la mitad de las niñas que murieron ni siquiera habían sido concebidas antes del tifón, así que no estuvieron expuestas.
Los autores encontraron que tras el tifón, las familias reducían gastos como comidas nutritivas y visitas médicas. Ser golpeado por un tifón descomunal puede descontrolar las finanzas. Por ejemplo, una familia puede perder su techo, baño y paredes, según los autores. Y la economía local puede estar devastada, por lo que es difícil para los adultos volver a encontrar trabajo, ingresos y reconstruir sus hogares.
"La tormenta tiene un impacto en el primer año de vida", dice Hsiang. "Es el hecho de que la tormenta destruye el modo de vida de la familia, tienen que reconstruir y volver a tener un sustento económico. En el proceso, tienen que hacer recortes en lo que gastan".
Los hogares filipinos reducen el gasto en 7.1%, mientras que sus ingresos caen un 6.6% en promedio en el año posterior al tifón.
"Todos los sectores se deterioran después del tifón", dice Hsiang. "La gente que trabaja en la agricultura y los servicios, la gente que trabaja en la construcción sufre pérdidas. Es difícil para las familias volver a ponerse de pie cuando han perdido su habilidad para hacer más dinero para reconstruir sus vida".
El estudio sugiere que las niñas se llevan inadvertidamente la peor parte de la devastación económica.
"Creemos que lo que pasa es que hacen recortes, tratan de usar más dinero en la reconstrucción y esos recortes dañan la salud de los más vulnerables, a menudo los niños", asegura Hsiang.
Pero los varones no resultan tan afectados como las niñas.
"El asunto es que no creemos que sea intencional, malicioso o descuido hacia las niñas", dice Antilla-Hughes. "Sospechamos que es algo más difuso, algo más sutil sobre los recursos de las familias para los niños y las niñas".
El empeoramiento de la salud entre las niñas en época de crisis económica es un patrón. En lugares como China, India y Bangladesh, los padres reducen los recursos para las niñas. Pero lo que dejó perplejos a los autores es que Filipinas es un país considerado igualitario en términos de género.
Ocupa el primer lugar de Asia Pacífico en términos de igualdad de género y el quinto a nivel mundial, según un reporte del Foro Económico Mundial.
Los autores encontraron que la mortalidad entre las mujeres primogénitas era moderada, pero el riesgo se duplicaba cuando las niñas tenían hermanas mayores y se volvía a duplicar si tenían hermanos mayores.
"Interpretamos estos hallazgos como una evidencia fuerte de que la mortalidad de niñas se debe a la escasez de recursos y no por la exposición al tifón en sí mismo", escribieron los autores.
Con el tifón Haiyan, es difícil determinar si la mortalidad de niñas será mucho peor en los próximos meses que la provocada por la tormenta.