Manifestantes tailandeses 'persiguen' a la primera ministra
Con el objetivo de presionar para que la primera ministra de Tailandia deje el poder, manifestantes en contra del gobierno intentaron irrumpir en los estudios de la televisión estatal y en un complejo policial este domingo. Buscaban a Yingluck Shinawatra.
También intentaron entrar por la fuerza a la sede del gobierno, pero la policía les echó gas lacrimógeno para dispersarlos.
"El área activa más violenta son los alrededores de la Casa de Gobierno", dijo el teniente general Paradon Pattanathabut.
Estos enfrentamientos son los más recientes de una campaña para derrocar a Yingluck.
Pero la primera ministra no estaba en el centro policial, como señalaban los rumores.
La televisión estatal Thai Public Broadcasting Service continuó con su programación normal mientras las autoridades negociaban con los manifestantes, de acuerdo con el vocero del gobierno, Teerat Rattanasevi.
Sitiar la Casa de Gobierno sería una victoria simbólica para los manifestantes, porque es la sede del poder, aunque Yingluck trasladó sus oficinas a otro lugar cuando los disturbios estallaron.
Enfrentamientos mortales
La primera ministra ha descartado el uso de la violencia para dispersar a los manifestantes, pero la situación empeoró desde que la policía de Tailandia emitió una orden de arresto contra Suthep Thaugsuban, el líder de las protestas.
Este sábado, cuatro personas fueron asesinadas y más de 60 resultaron heridas en enfrentamientos entre manifestantes y simpatizantes de Yingluck en la capital, Bangkok. Cada bando acusó al otro de provocar el caos.
Hasta ahora, las marchas habían sido pacíficas, pero los manifestantes buscan edificios de dependencias como los ministerios de gobierno.
"Hemos extendido el mensaje a los manifestantes de que retomaremos el complejo del gobierno y el Ministerio de Finanzas", dijo Paradon.
Este viernes, un grupo de personas se brincó la puerta de la sede del Ejército para demandar a los militares ayuda para derrocar al gobierno. Pero las fuerzas armadas se han mantenido al margen , luego de que en 2006 intervinieron para sacar al hermano de Yingluck, Thaksin Shinawatra, en un golpe de estado sin violencia.
Los críticos de Yingluck la acusan de ser la marioneta de Thaksin y que simplemente está guardando el lugar para que su hermano lo retome cuando regrese de un exilio autoimpuesto.
En una entrevista con CNN, Yingluck negó las acusaciones.
La actual ola de protestas empezó tras un decreto de amnistía respaldado por el gobierno que pudo haber extendido el perdón a Thaksin Shinawatra y abrir la puerta para su regreso a Tailandia.
El senado de Tailandia rechazó el decreto el 11 de noviembre pasado, pero los manifestantes de la oposición han pedido desde entonces que el gobierno de Yingluck sea reemplazado.