Mandela descansa después de una travesía que transformó Sudáfrica

El cuerpo del ícono internacional llegó este sábado a la pequeña villa en la provincia en Cabo del Este, donde creció rodeado de colinas

Con la pompa militar y los rituales tradicionales, Sudáfrica enterró a Nelson Mandela este domingo, con lo que terminó una travesía excepcional de un prisionero que se convirtió en presidente y transformó a su país. 

Desde ahora, su cuerpo descansará

Líderes tribales vestidos con pieles de animales se unieron a mandatarios en trajes oscuros en el sitio de la tumba; mientras los cargadores del ataúd caminaban hacia el lugar de la ceremonia, helicópteros sobrevolaban el lugar ondeando banderas nacionales. Los 21 cañonazos para despedir al expresidente resonaron en todo el pueblo.

La viuda de Mandela, Graca Machel, se limpiaba los ojos con un pañuelo mientras observaba los rituales. 

"Fue tuyo . Ahora lograste la última libertad en el seno de Dios, tu creador", dijo el oficiante. 

Los soldados retiraron lentamente la bandera que cubría el ataúd y se la entregaron al presidente Jacob Zuma, quien a su vez la dio a la familia de Mandela.

A petición de ellos, el entierro estuvo cerrado a los medios.

La ceremonia

Antes de llegar al sitio del entierro, dolientes asistieron a un servicio funeral en una carpa instalada para el evento en una propiedad de la familia. Lloraron, cantaron y bailaron para celebrar la vida de su líder. 

Su ataúd, envuelto en una bandera, estaba sobre pieles blancas y negras frente a una media luna formada por 95 velas, que simbolizaban cada año de su vida. 

El himno nacional de Sudáfrica, Nkosi Sikelel' iAfrika (Dios Bendiga África) se escuchó en el pueblo. 

"Hoy marca el fin de una travesía extraordinaria que empezó hace 95 años", dijo Zuma durante la ceremonia. "Es el final de 95 años gloriosos de un luchador por la libertad… un faro de esperanza para todos aquellos peleando por un orden mundial justo y equitativo".

El presidente sudafricano le agradeció a la familia de Mandela por compartirlo con el mundo y dijo que su memoria vivirá por siempre.

"No habremos de decir adiós, porque no te has ido", dijo Zuma. "Tú vivirás por siempre en nuestros corazones y mentes".

Unas 4,500 personas se reunieron en la carpa, incluida Machel, quien se sentó junto a la exesposa de Mandela, Winnie.

En grandes ciudades como Johannesburgo, multitudes vieron el evento en pantallas especiales en estadios.

Entre los asistentes estaba Oprah Winfrey, el príncipe Carlos y el empresario Richard Branson.

La ceremonia cierra para el Nobel de la Paz.

Antes de llegar a Qunu, su cuerpo durante tres días. Luego de otro homenaje emotivo en una base aérea que incluyó la entrega de su cuerpo al Congreso Nacional Africano, éste fue puesto en un helicóptero militar para su traslado al último punto de su viaje.

"Realmente creía que aquí pertenecía", dijo su hija, Maki Mandela.

Robyn Curnow contribuyó a este reporte desde el complejo Mandela en Qunu. Faith Karimi escribió y reportó desde Atlanta, y Marie-Louise Gumuchian desde Londres.