La imputación de la Infanta se suma al desatino de la Corona española
La imputación de la infanta Cristina, hija del rey Juan Carlos I de España, por presuntos delitos de fraude fiscal y lavado de dinero, se suma a una lista de desaciertos de la Corona española en los últimos años.
El juez José Castro consideró que es obligación de Cristina declarar su conocimiento sobre las presuntas actividades corruptas del Instituto Nóos, que preside su marido. La Casa del Rey, organismo que depende directamente del monarca, expresó su "respeto a las decisiones judiciales" tras conocer la decisión del juez, de acuerdo con un reporte de EFE.
El juez sostiene que hay indicios suficientes de que la infanta se prestó a que Aizoon, la sociedad que compartía al 50% con Iñaki Urdangarin, "sirviera de andamiaje imprescindible para la comisión de delitos fiscales" y gastó fondos de la empresa conociendo su origen ilícito.
El magistrado José Castro, de 68 años, es el primer y único juez que ha imputado a un miembro de la Familia Real , la infanta Cristina de Borbón, que desde 2013 vive en Suiza con su familia . La investigación judicial del "caso Nóos" se remonta a 2010 y tiene su epicentro en Palma de Mallorca (Islas Baleares), aunque cuenta con ramificaciones en Valencia, Barcelona y Madrid.
En una entrevista emitida por Televisión Española (TVE) el pasado sábado, el jefe de la Casa del Rey, Rafael Spottorno, pedía que el juez Castro terminara pronto la instrucción de un sumario que "lleva ya tres años largos abierto" y cuya prolongación, según subrayaba, resulta "un poco un martirio" para la Corona.
La mano derecha del monarca apuntó en dicha entrevista que es consciente de que el reto para 2014 es superar el desgaste institucional y las tensiones económicas, sociales y territoriales. "Vivimos en un momento en donde hay fuertes tensiones derivadas del hecho de que llevamos soportando una crisis muy aguda que ha producido desánimo", dijo Spottorno en alusión a la crisis de España y al desgaste de la Corona.
Pero el año empezó con un nuevo tropiezo para la institución. El rey Juan Carlos, de 77 años, dirigió este lunes un mensaje a las Fuerzas Armadas españolas y a la Guardia Civil con motivo de la Pascua Militar. El soberano salió apoyado en una muleta y a lo largo de su discurso se mostró cansado y en ocasiones parecía que le faltaba la respiración. En su discurso, alentó a los agentes a perseverar en su "ejemplaridad", a "seguir transmitiendo confianza y serenidad", y a "continuar trabajando unidos por la seguridad y el bienestar del conjunto de los españoles".
El mensaje constituía el primer acto oficial del jefe de Estado fuera de su residencia desde su operación de la cadera el 21 de noviembre. Casi un mes después y como cada año, apareció en cadena nacional el 24 de diciembre con motivo de la Navidad.
“Quiero transmitiros como Rey de España mi determinación de continuar estimulando la convivencia cívica en el desempeño fiel del mandato y las competencias que me atribuye el orden constitucional”, dijo el monarca en un mensaje contrario a las hipótesis sobre su abdicación. El discurso fue el que tuvo menor audiencia en los últimos 15 años, de acuerdo con un estudio de la agencia Barlovento Comunicación .
El jefe de Estado ha sufrido diferentes problemas de salud durante los últimos años. Una infección en la cadera izquierda lo llevó al hospital el pasado 24 de septiembre y tuvo que ser intervenido quirúrgicamente el 21 de noviembre para implantarle una prótesis. Se trataba de la novena operación desde mayo de 2010.
En estos últimos 12 meses, la popularidad del Rey bajó nueve puntos, mientras que el porcentaje de españoles que piden su abdicación ha subido 17, de acuerdo con la tercera encuesta consecutiva de la empresa Sigma Dos para el diario español El Mundo . El 62% de la población cree que el Rey debería abdicar en su hijo, el príncipe Felipe. En su conjunto, la monarquía perdió cinco puntos de apoyo. El 56.2% de los encuestados tienen una visión "regular, mala o muy mala" de este reinado. Y el 69,4% piensa que el monarca no será capaz de recuperar el prestigio perdido de la Corona. La reina Sofía y el príncipe Felipe cuentan con un 67% y un 66.4%, respectivamente.
Las cifras se conocen después de episodios como en el que el líder de la corona se accidentó en abril de 2012 mientras cazaba elefantes en África. El episodio provocó la molestia de algunos medios de comunicación y partidos políticos. El viaje del rey puso en evidencia los excesos de la monarquía, en medio de la crisis económica española que ha traído desempleo, subida de impuestos, disminución salarial y recortes de empleados. Juan Carlos pidió disculpas días después de haber sido atendido en Madrid. “Lo siento. Me he equivocado. No volverá a ocurrir”, dijo entonces.
Los medios españoles se preguntan el impacto del paseo de la infanta el 8 de marzo para declarar en los juzgados de Palma de Mallorca en la monarquía.