La izquierda latinoamericana se pone a prueba en 2014
La izquierda probará su influencia durante las elecciones presidenciales de siete países latinoamericanos en medio de la desaceleración y la inconformidad social, que se agrava cada vez más en la región.
Este año, candidatos de la oposición y del oficialismo se enfrentan al reto de presentar programas para implantar la estabilidad social y económica. Una tarea complicada luego de la disminución del crecimiento de 2013 de 2,6%, por debajo del 3% previsto en julio de 2013, según un informe de la Cepal, que prevé un crecimiento del 3,2% para el próximo año.
“El escenario de la economía mundial en 2014 le plantea a América Latina y el Caribe oportunidades y amenazas”, reconoció la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena. “El desafío principal para los gobiernos de América Latina y el Caribe es fomentar pactos sociales para la inversión que estimulen la productividad e impulsen un crecimiento con igualdad", de acuerdo con las conclusiones de la Cepal.
En Bolivia, Brasil, El Salvador y Uruguay la permanencia de la izquierda es casi segura, mientras que Colombia, Costa Rica y Panamá están en manos de partidos más conservadores, en los que las oportunidades de la izquierda es variable.
A la posible gobernabilidad de izquierda de más de la mitad de los países en la región se suma el caso de Chile, en donde el año pasado Michelle Bachelet fue electa presidenta para un segundo periodo. El regreso de la izquierda atrajo la mirada internacional ante el intento de implantar medidas como la educación gratuita en todos los niveles, sin que éstas tengan un impacto negativo en la economía nacional.
Brasil, el reto Mundial
Brasil, la séptima potencia del mundo, llegará a las elecciones presidenciales con Dilma Rousseff como la favorita. "Las encuestas de fines de 2013 muestran que la presidenta podría ganar en primera vuelta si las elecciones se hubieran realizado en ese momento", dijo David Fleischer, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Brasilia, de acuerdo con un reporte de AFP.
Tres años después de estar al frente del país latinoamericano, gestos como la suspensión del viaje a EU por el presunto espionaje le hicieron obtener reconocimiento político mas no económico, según la opinión de la mayoría de los expertos, de acuerdo con EFE.
Rousseff tuvo que hacer frente en 2013 a manifestaciones multitudinarias, en las que miles de personas denunciaron durante 15 días la mala gestión pública, la desigualdad y la corrupción del gobierno brasileño. En respuesta, Rousseff asumió las quejas de forma pacífica e instó a las autoridades a "escuchar la voz de las calles".
Como presidenta, el reto será recuperar la confianza de los brasileños de que podrá remontar los datos de decrecimiento económico luego de que el PIB de Brasil creciera un 1% en 2012, y la inflación sea de cerca de 5% en los últimos tres años.
Brasil se prepara para albergar el Mundial de Futbol, por lo que de nuevo el país estará bajo el foco internacional.
Uruguay, la elección por la continuidad
En Uruguay, la izquierda irá a las urnas con el expresidente Tabaré Vázquez, en el año de implementación de las reformas promovidas por el actual presidente, José Mujica. Dicha elección podría estar impactada por los resultados del inicio de la regulación del mercado de la marihuana, la aprobación del matrimonio homosexual y la ratificación de la ley de despenalización del aborto, reformas que valieron al país ser nombrado el país del año por la revista británica The Economist.
Tabaré Vázquez, fue el primer candidato de izquierda que logró la presidencia con el Frente Amplio y rompió la alternancia política que durante más de un siglo protagonizaron los partidos conservadores en Uruguay (El Partido Colorado y el Partido Nacional). De convertirse en el siguiente presidente uruguayo, tendrá que cambiar la percepción de inseguridad cada vez más popular, a pesar de que diversos organismos internacionales como la Organización de Estados Americanos (OEA) señalan a Uruguay como uno de los países más seguros del continente. Además, deberá dar continuidad al supuesto abuso de funciones del ministro de Economía y el aumento de los jóvenes que repiten la secundaria.
Bolivia, la permanencia de la izquierda
En Bolivia, la izquierda representada por Evo Morales, el actual gobernante, tiene casi asegurada la victoria. La popularidad Morales subió al 56% en noviembre, cinco puntos más que el mes anterior, tras el anuncio del pago de aguinaldo doble para los trabajadores, según un sondeo efectuado por la firma Tal Cual Comunicación Estratégica, encargado por el diario Página Siete, que fue divulgado el 15 de diciembre de 2013, de acuerdo con la agencia AFP.
Aunque la Constitución boliviana limita a dos los mandatos consecutivos que puede ejercer un presidente, el tribunal constitucional avaló la intención de Morales. Juan del Granado, uno de los candidaros opositores a Morales, sostiene que tanto el presidente boliviano como el vicepresidente, Álvaro García Linera, "son un símbolo de autoritarismo contrario al debate democrático y su visión autoritaria les impide debatir y les plantea, de manera equivocada, que su visión es la única que existe en el país".
El Salvador, la lucha por permanecer
En El Salvador, mientras el partido oficial promete intensificar los programas sociales, la derecha anuncia mano dura contra las pandillas.
El Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN, exguerrilla), que gobierna por primera vez el país desde el 1 de junio de 2009 con Mauricio Funes, defiende su gestión izquierdista destacando su combate a "la marginación social" y haber atendido a estudiantes de escuelas públicas, a los ancianos y a las mujeres. Aunado a la predilección popular, por primera vez, la derecha se presenta dividida desde el fin de la guerra civil de 1980 a 1992.
Con una segunda ronda en el horizonte, los comicios serán disputados entre el vicepresidente y exguerrillero Salvador Sánchez Cerén, por el partido oficial, y el alcalde capitalino Norman Quijano, según la última encuesta de la Universidad Centroamericana (UCA). El expresidente conservador Antonio Saca ocupa el tercer lugar en la contienda y ofrece un plan de generación de empleos, aumento de los programas sociales y mejora de la educación de los jóvenes.
Colombia, la paz como bandera
En Colombia el favorito para asumir el cargo a la presidencia es el actual mandatario colombiano, Juan Manuel Santos. La imagen favorable del presidente colombiano subió a 52% en este mes, dos puntos porcentuales más que en diciembre y casi 20 por encima de la de septiembre, según una encuesta del privado Centro Nacional de Consultoría.
A lo largo de su mandato, el aspirante a la reelección lleva como bandera haber iniciado un diálogo de paz en Cuba con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). La recuperación de su imagen refleja "los buenos indicadores de la economía, la subida del salario mínimo, que pese a ser bajo (321 dólares) registró un alza de 4,5% para 2014 y los avances en el proceso de paz", comentó a la AFP el analista Jaime Zuluaga.
A la contienda se suma el exministro Óscar Iván Zuluaga, quien es apoyado por el expresidente colombiano Álvaro Uribe, antiguo mentor de Santos y ahora opositor a su gobierno y quien aspira a conseguir un escaño en el Senado en las legislativas de marzo.
Panamá y Costa Rica, la oportunidad de la izquierda
En Costa Rica, la presidenta conservadora Laura Chinchilla no puede presentarse a la reelección inmediata, por lo que se podría dar una segunda vuelta electoral en abril. El exalcalde de San José Johnny Araya, considerado en primera instancia como el gran favorito, parece hoy amenazado en los sondeos por el joven diputado José María Villalta, de una coalición de izquierda.
En Panamá, los electores deberán elegir en marzo al sucesor del conservador Ricardo Martinelli, quien no puede buscar la reelección hasta 2024. El dirigente sindical, Genaro López, aspira por el izquierdista Frente Amplio Democrático (FAD). Entre los favoritos se encuentran tres representantes de la derecha: el actual vicepresidente José Domingo Arias, el socialdemócrata Juan Carlos Navarro o el exalcalde conservador de Panamá Juan Carlos Varela.