El 'caso Hollande' abre la puerta de la privacidad de la política francesa
El supuesto romance del presidente de Francia con una actriz ha trascendido de la vida privada a la esfera pública en un momento de baja popularidad del mandatario francés, que enfrenta un año de dificultades económicas.
La primera consecuencia de la revelación de la revista Closer sobre la relación de la actriz Julie Gayet y François Hollande fue la hospitalización este viernes de la primera dama francesa, Valérie Trierweiler , de 48 años, para someterse a una "cura de reposo" tras el escándalo. El despacho de Hollande se quejó de una violación a la privacidad sin negar el romance.
"Ella es consciente de que se plantea un problema político, de que no puede seguir teniendo un gabinete y utilizar fondos estatales", según dijo Fréderic Gerschel, reportero del diario Le Parisien, en una entrevista en la emisora RTL tras hablar con Trierweiler . El periodista aseguró que ella quiere saber cuáles son las intenciones de Hollande en medio del debate sobre su papel oficial.
¿Qué pasará con la primera dama?
La figura de la primera dama en Francia no está regulada por ley, pero goza de ciertos privilegios, como un despacho en el Palacio del Elíseo y personal a su servicio, que hacen de ella una figura pública, que suele acompañar al presidente en viajes al extranjero y lleva a cabo labores humanitarias, de acuerdo con un reporte de EFE.
La última vez que Trierweiler acudió a un acto oficial con Hollande fue el 7 de enero y su próximo gran evento previsto es el viaje a Estados Unidos para reunirse con el matrimonio Obama el 11 de febrero.
No ha trascendido si la periodista va a respetar ese compromiso, en un momento en que los ojos están puestos en su inminente salida del hospital y en la comparecencia de este martes de Hollande, en el que el Elíseo confía en que este "tsunami político-sentimental", según lo ha calificado la prensa, no ensombrezca el anuncio de medidas de contenido económico.
Legisladores conservadores se cuestionan si es correcto que la primera dama siga viviendo en la casa presidencial si el mandatario tiene otras relaciones, como apuntó el diputado Daniel Fasquelle en declaraciones recogidas por el diario Le Monde.
El asunto ya ha trascendido a la esfera pública aunque los consejeros presidenciales intentan centrar la supuesta relación en el ámbito personal y dudan de la necesidad de dar explicaciones antes de la conferencia de prensa anual prevista para este martes en el Palacio del Elíseo, en la que el presidente expone las previsiones de los próximos meses.
El jefe de Estado no podrá evitar que se le hagan preguntas al respecto, aunque su equipo, al igual que el diputado socialista Jean-Christophe Cambadélis, señalan que los franceses no otorgan importancia a esta historia por considerar que lo que deben hacer sus dirigentes es "solucionar los problemas" de los ciudadanos y no "los problemas de pareja", de acuerdo con un reporte de AFP.
¿Interés para la población?
Otro dirigente de la derecha, el excanciller y ex primer ministro Alain Juppé, consideró "odioso" que la prensa se inmiscuya en la vida privada del presidente. "Toda persona, incluyendo al presidente de la República, tiene derecho al secreto de su vida privada", dijo, según reporta AFP.
Un sondeo indicó el domingo que este caso no tiene ninguna incidencia sobre la popularidad, ya muy baja, de François Hollande. El 77% de los encuestados consideró que el asunto compete estrictamente a la esfera privada, de acuerdo con AFP.
"Sin embargo, en una época en la que los franceses están hartos de leer lo deprimidos que están, las acusaciones sobre las travesuras sexuales de Hollande tal vez sean una distracción bien recibida. Incluso podría ayudarle en las encuestas", dice Matthew Fraser, profesor de la Universidad Americana en París y catedrático en Sciences Po Pari, en un artículo para CNN .
"En Francia los políticos suelen demandar y conservar su cargo. Los políticos franceses pueden contar con la indulgencia de los católicos ante sus vicios y la ley también está de su lado", apunta Fraser. "Se puede predecir que el aparato político de Francia saldrá en su defensa y condenará los excesos del tabloide Closer. Sin embargo, eso no ha impedido que los principales medios franceses reporten la historia", resume el analista.
Hollande enfrenta un año complejo tras no lograr retener el desempleo en 2013 y las dificultades para poner en marcha sus planes de recorte de gastos y subidas de impuestos. Hollande prometió en su Discurso de Año Nuevo un "pacto de responsabilidad", en que rebajaría impuestos y burocracia a cambio de compromisos para contratar a más personal.
Ahora se encuentra en el plano de la exposición pública de su vida íntima, del que se creía excluido cuando hizo su campaña afirmando que sería un presidente "normal", opuesto a Nicolas Sarkozy, que no vacilaba en exponer su vida familiar tanto con Cecilia Ciganer-Albeniz, de la que se divorció estando en funciones, como con la cantante Carla Bruni, con la que se casó poco después.