Audiencia del Vaticano ante la ONU por abusos, "sin precedente histórico"
Por primera vez, este jueves, la Iglesia católica será cuestionada por expertos de la ONU sobre los abusos de sacerdotes contra niños.
"Lo histórico es la profundidad y contenido de los temas" que se discutirán en Ginebra, dijo este miércoles Javier Hernández Valencia, representante en México de la Alta Comisionada de la ONU para Derechos Humanos, Navi Pillay, en entrevista con la periodista Carmen Aristegui, en CNN en Español.
"Es la primera vez que va a haber tanta información" desde la Santa Sede, afirmó Hernández.
Luego de reunirse con oficiales del Vaticano, el Comité sobre los Derechos del Niño de la ONU, con sede en Ginebra, deberá divulgar un informe en correspondencia a la Convención Mundial de los Derechos de los Niños, firmada por los 193 Estados miembros, entre ellos la Santa Sede.
Esto representa “un capítulo sin precedente histórico”, dijo por su parte Alberto Athié, exsacerdote de la Arquidiócesis de México, y figura principal en el debate del abuso sexual dentro de la Iglesia y el caso de Marcial Maciel, también en entrevista con Aristegui.
Athié recordó que dentro de ella hay reportes de "miles de casos" de abusos de niños y niñas, y que no se privilegió la protección de los mismos. "No se previno, no se apartó a los abusadores".
En el Vaticano, existía "una política permanente y sistemática de protección, de encubrimiento de los abusadores", según Athié.
Monseñor Charles Scicluna, considerado una de las personalidades más severas de la jerarquía católica, fue escogido por el Vaticano para responder en Ginebra al cuestionario de la ONU .
El comité, formado por 18 expertos, preguntará sobre varios asuntos, entre ellos tres considerados importantes, según Hernández.
- Que la Santa Sede indique si ha investigado denuncias de tortura y tratos crueles contra niñas en los internados de las lavanderías de las Magdalenas en Irlanda.
- Que dé información detallada de todos los casos de abusos cometidos por clérigos, monjes y monjas, o puestos en conocimiento de la Santa Sede.
- Que informe sobre las medidas tomadas tras las investigaciones de los abusos dentro de la organización de Los Legionarios de Cristo .
La Santa Sede se negó en diciembre a responder al cuestionario de la ONU enviado en julio en el que se le pedía explicaciones sobre los casos que examina la Congregación para la Doctrina de la Fe.
El comité no tiene poderes sobre la aplicación de la ley, pero un reporte negativo podría resultar un golpe para la Iglesia católica presidida desde marzo por el papa Francisco, quien se comprometió a cambiar el rostro de la institución tras los escándalos que la han desprestigiado.
"El comité va a emitir recomendaciones para muchas áreas críticas, particularmente en los temas de género y abuso sexual", dijo Hernández.
Hernández afirmó que aunque la convención está en vigor desde 1990, y el Vaticano presentó un informe en 1995, éste no tocó los casos de abuso. "No aparecía ni siquiera sugerido".
Ese año, la Iglesia estableció que toda denuncia de abusos a menores por parte de sacerdotes debe ser notificada a la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Según Athié existe "una responsabilidad real" por los abusos "en las máximas autoridades de la Santa Sede incluyendo los Papas".
El sacerdote afirmó´que el comité debe de adjudicar "la responsabilidad de crimen de Estado" al Vaticano, que es signatario de la convención y la ratificó, "es responsable de crímenes de Estado contra niños y niñas”.
En 2011, sacudida por la magnitud del fenómeno, la Iglesia católica ordenó a todos los obispos del mundo denunciar a la justicia ordinaria del propio país a los miembros del clero acusados de pedofilia.
Tanto Juan Pablo II (1978-2005) como Benedicto XVI (2005-2013) pidieron perdón público a las víctimas de abusos y decidieron ordenar la llamada "tolerancia cero" de cara a toda denuncia.
El papa Francisco creó a inicios de diciembre una comisión para ayudar a las víctimas de curas pedófilos y evitar nuevos casos.
La reunión de Ginebra se celebra justo cuando los Legionarios de Cristo celebran una asamblea extraordinaria en Roma para decidir su futuro después de haber ocultado por décadas los abusos cometidos por Maciel, su fundador, quien fue acusado de haber abusado de los hijos que tuvo con dos mujeres, a las que engañaba diciendo que era soltero, así como su adicción a la morfina.