La ausencia de Cristina Fernández en la escena pública causa incertidumbre
Tras casi un mes alejada de los escenarios políticos, con un largo y criticado descanso decembrino, la presidenta argentina, Cristina Fernández, retomará a finales de enero en Cuba su agenda de política exterior.
Tras haber superado sus problemas de salud, que le impedían viajar en avión, Fernández acudirá a la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), los días 28 y 29 de enero en La Habana. Esta presentación será la primera aparición pública de la líder argentina desde el 19 de diciembre de 2013, cuando encabezó una ceremonia para los nuevos altos cargos de las Fuerzas Armadas de su país, según un reporte de EFE.
Después de la cumbre de la Celac, el 31 de enero, la presidenta viajará a Caracas para participar en la reunión del Mercosur, según la información oficial, de acuerdo con un reporte de EFE.
La intensa actividad de Fernández al frente del Ejecutivo argentino sufrió un frenazo en octubre de 2013 luego de que la mandataria fuera sometida a una operación para drenarle un hematoma craneal, producto de una caída sobre la que todavía se desconocen los detalles, de acuerdo con el mismo reporte.
“Cristina Kirchner prolongó ayer un silencio que lleva ya 35 días, desde que el 10 de diciembre pasado habló en un acto por última vez”, señaló el diario argentino Clarin en un reporte este miércoles. “Aunque ministros y funcionarios suelen repetir que “está detrás” de todos los temas de la administración, el cambio más notorio es su decisión de no hablar, lo que contrasta con su dinámica anterior a la cirugía craneal, en que podía hacer hasta dos discursos por día”, agregó la publicación.
La recuperación la mantuvo en "estricto reposo" durante un mes por indicación de su equipo médico, que le prohibió incluso desplazarse vía aérea. La mandataria permaneció recluida en su residencia oficial de Olivos, en Buenos Aires, y postergó sus habituales viajes de fin de semana al sur del país, según EFE.
El vicegobernador de la provincia de Buenos Aires, Gabriel Mariotto, resaltó este martes que la presidenta está "atenta y gobernando", y que existe "un puñado de dirigentes" para sucederla dentro del kirchnerismo en 2015, según reportó el diario argentino La Nación . "Nuestra conductora Cristina tiene una dimensión cada vez más superadora. Años luz entre Cristina y cualquier dirigente político argentino", sostuvo Mariotto en el mismo reporte.
En noviembre, con el alta médica en la mano, la presidenta fue retomando poco a poco sus actividades desde Olivos y efectuó los primeros cambios en su equipo de gobierno, principalmente en lo relacionado con el terreno económico, uno de los puntos débiles y más cuestionados de su política en los últimos años.
Con una importante pérdida de imagen pública tras la derrota de su partido, el Frente para la Victoria, en las elecciones legislativas de octubre, la mandataria delegó en Jorge Capitanich, la representación del Ejecutivo. El nombramiento del exgobernador de la provincia de Chaco, como jefe de gabinete supuso una vuelta de tuerca a las relaciones con la prensa, con ruedas de prensa diarias, y el retorno de las actividades gubernamentales televisadas.
La presencia de Capitanich no acalló las voces que desde la oposición criticaban la ausencia de Fernández durante algunos de los inesperados acontecimientos que tuvieron lugar en diciembre, como los saqueos en distintas provincias o los masivos cortes de luz por la ola de calor.
Aunque desde el gobierno se remarcó que la mandataria seguía ejerciendo como tal desde su residencia de El Calafate, en la sureña provincia de Santa Cruz, donde pasó la Navidad con su familia, la sensación de vacío de poder se instaló en la opinión pública argentina.
Con el regreso de sus vacaciones, el pasado 6 de enero, se esperaba una vuelta a sus actividades oficiales, aunque alguna de las anunciadas fueron encabezadas por Capitanich, quien en los últimos días ha sido desautorizado por otros funcionarios del Ejecutivo en más de un anuncio gubernamental.
Las rectificaciones del jefe de gabinete no han hecho más que remarcar las diferencias internas en el equipo de Cristina Fernández, y la incertidumbre creada por su decisión de evitar la exposición pública en el tramo final de su mandato.
Con información de EFE.