Ucrania registra las primeras muertes por las manifestaciones
Tras cuatro días de violentos disturbios, y las primeras muertes, Kiev vive un día de relativa calma a la espera de que los líderes de los tres partidos opositores se reúnan esta tarde con el presidente ucraniano, Víktor Yanukóvich, para exigirle que elimine las leyes que restringen el derecho a manifestarse y que concrete la dimisión del gobierno en pleno.
La oposición cifra en cinco el número de fallecidos en las protestas que iniciaron el domingo, mientras que el Ministerio del Interior solo ha confirmado una y 70 detenciones.
Centenares de participantes en las protestas permanecen en las inmediaciones del legendario estadio Valeri Lobanovski del Dinamo de Kiev sin recurrir a la fuerza como lo hicieron en días pasados para romper los cordones policiales.
Algunos activistas lanzan piedras contra los agentes antidisturbios mientras alimentan con neumáticos y madera la cadena de fuego montada el miércoles por la noche para frenar un posible avance de las fuerzas de seguridad hacia la plaza de la Independencia, el Euromaidán, bastión de las protestas opositoras.
La Rada Suprema (Parlamento) de Ucrania, por su lado, anunció que celebrará una sesión extraordinaria la próxima semana para afrontar la crisis y debatir la continuidad del gobierno del primer ministro Nikolái Azárov, anunció el presidente del Legislativo, Vladímir Rybak.
"Hay muchos asuntos que hay que resolver en la sala de sesiones y no en la calle. La oposición y la mayoría deben reunirse y debatir los problemas que surgen: la renuncia del gobierno y los problemas con las leyes (que recortan los derechos de manifestación) que adoptó la Rada", aseguró Rybak tras reunirse con el presidente ucraniano, Víktor Yanukóvich.
La convocatoria de la sesión extraordinaria de la Rada fue sugerida por el jefe del Estado horas antes de una reunión prevista con los tres líderes de la oposición parlamentaria, que le exigen, entre otras cosas, la dimisión del gobierno en pleno y la revocación de las leyes que califican de represivas.
Los manifestantes y la policía antidisturbios acordaron una tregua hasta las 20:00 horas local a la espera de los resultados de las negociaciones políticas entre las partes.
La Rada aprobó el 16 de enero las penas por manifestaciones no autorizadas y por bloqueo de edificios administrativos, y prohibió expresamente montar tiendas de campaña en la ciudad, un extremo que abre la puerta al desalojo del campamento opositor instalado en el centro de Kiev.
Las protestas antigubernamentales estallaron a fines de noviembre pasado, cuando el gobierno de Yanukóvich renunció a suscribir un acuerdo de asociación que tenía negociado con la Unión Europea.
Mientras tanto, en Lvov, grupos de manifestantes tomaron la sede de la delegación del gobierno de Ucrania en esa región, un bastión opositor y europeísta, y obligaron a presentar su dimisión del delegado del Ejecutivo, Oleg Salo.
"Al ver a gente descontrolada en ausencia de un líder y al entender que no estaban dispuestos a dialogar, y como también estaba preocupado por la seguridad de los funcionarios de la delegación, firme la carta" de dimisión, aseguró Salo a medios locales.
Unos 2,000 partidarios de la oposición se dirigieron al edificio gubernamental para "tomar el poder en sus manos" y cedérselo a los diputados de la asamblea regional.
La oposición local anunció la creación de un Parlamento Popular, como ocurrió la víspera en Kiev, que estará compuesto por los diputados de la región, una de las más críticas con el presidente Yanukóvich.
El nombramiento de Salo en octubre del pasado año por parte de Yanukóvich despertó en su momento un profundo descontento entre la oposición de la región, donde la mayoría está a favor de la firma de un acuerdo de asociación con la Unión Europea.
En Kiev, la hija de la encarcelada ex primera ministra ucraniana , Yulia Timoshenko, aseguró que el único medio de frenar la crisis en su país es imponer sanciones a quienes ordenaron el uso de violencia contra los manifestantes.
"Los países democráticos deben apoyarnos para frenar inmediatamente la violencia y evitar que el régimen siga matando gente. Está claro que Víktor Yanukóvich está creando una dictadura. Las sanciones le devolverían a la realidad", aseguró Yevguenia Timoshenko en la sede de la Unión Europea (UE) en Kiev.
El comisario europeo de Ampliación y Política de Vecindad, Stefan Füle, viajará el viernes a Kiev para reunirse con las autoridades, la oposición y la sociedad civil, a fin de intentar facilitar el diálogo y que Ucrania pueda superar la crisis que atraviesa, informó la Comisión Europea.
La canciller alemana, Angela Merkel, mostró su "indignación" ante el recorte de libertades en Ucrania y apremió al gobierno de Kiev, ante la escalada de la violencia, a "respetar derechos civiles" como la libertad de reunión y manifestación, en lugar de tratar de restringirlos.
"Estamos horrorizados por las imágenes que nos llegan de Kiev", dijo.
El expresidente de la Unión Soviética Mijaíl Gorbachov pidió a los presidentes de Rusia, Vladímir Putin, y de Estados Unidos, Barack Obama, que medien en la resolución de la crisis ucraniana, que ha tomado un nuevo cariz el miércoles, cuando se registraron los primeros muertos en Kiev.
Gorbachov, uno de los críticos más acérrimos de la gestión de Putin, señaló en su misiva que "los acontecimientos en Kiev amenazan no sólo a Ucrania y a sus vecinos, sino a Europa y a todo el mundo".