Sirios, forzados a alimentarse con pasto como nunca antes se vio: ONU
Un director humanitario del Programa Mundial de Alimentos que está en Siria describió este martes la situación desesperada de los civiles en Homs, la ciudad devastada por la guerra civil, como algo que "nunca había visto" en su servicio en la organización.
"Nadie es capaz en este momento de alimentarse a sí mismo, de dar de comer a sus hijos, de alimentar a sus familias, con nada más que la hierba, la hierba que se puede recoger al lado de la acera y lo poco que pueden ganarse con lo que han ahorrado desde hace tiempo", dijo Matthew Hollingworth, director del Programa Mundial de Alimentos para Siria
"Están viviendo en túneles, están viviendo en los sótanos de los edificios de departamentos que fueron destruidos, en los sótanos de los centros comerciales", agregó el funcionario de la ONU en entrevista con Chrsitiane Amanpour, de CNN.
"Ellos están apenas, y han estado apenas, existiendo", dijo. "Nunca he visto los niveles de privación como estos".
Naciones Unidas se está aprovechando un raro y muy frágil alto el fuego para entregar ayuda a los civiles en la ciudad siria de Homs devastada por la guerra.
Había rumores el martes de que la ayuda había sido suspendida, pero Hollingworth dijo que simplemente habían hecho pausa para que los trabajadores de ayuda pudieran reagruparse y planear el día siguiente.
"Hasta ahora nos las hemos arreglado para conseguir suficiente comida y asistencia médica en la vieja Homs para alrededor de 1,500 personas durante un mes", dijo. "Vamos a volver mañana".
La ONU está ayudando a los civiles que desean huir de Homs , una de las ciudades más afectadas en la guerra contra Siria. "Nadie está viviendo una vida normal hoy en día", dijo.
Él y su equipo pasaron ocho horas en el centro de Homs, la ciudad vieja, y dijo que "no hay un solo edificio que quede en la antigua ciudad de Homs que en su estructura no se haya visto afectado".
Algunos civiles, que ya han soportado casi tres años de guerra, se niegan a marcharse, dijo.
"Hay personas que están tan apegadas a sus hogares ancestrales, de lo que tienen dentro, que simplemente no quieren irse. Y están en desesperada necesidad de nuestra ayuda".
Hay un poco de miedo de que, una vez que muchas familias, mujeres y niños escapen de la ciudad, el gobierno sirio sienta que tiene más margen de maniobra para bombardear lo que queda de Homs con impunidad.
"Por desgracia no creo que haya garantías en ese sentido", dijo Holingworth.
Ahora que esta misión ha visto cómo muchas personas han sobrevivido en Homs todo este tiempo, y que tantas personas han estado dispuestas a salir de su escondite, Hollingworth expresó su esperanza de que la misión pueda ser "reproducido" en otros lugares.
"Estamos viendo el comienzo de algo que podría ser replicado en otros lugares de Siria, estamos mirando algo que en realidad podría ser replicado y traiga paz a la vida de las personas normales”, concluyó.