Al caminar por la plaza de la Independencia, sentir el fuerte olor a quemado y observar las barricadas construidas con palos, piedras y llantas, está claro que quienes protestan en Kiev buscan reescribir su historia por ellos mismos.
Los manifestantes
“Estoy aquí por la libertad de expresión, que cualquier persona pueda venir a la plaza y opinar si está a favor o en contra. Estoy aquí porque queremos un gobierno que no sea corrupto”, dice Alexei, un voluntario quien, como todos, solo nos da su primer nombre.
Alexei decidió mudarse a la plaza cuando vio los abusos que se cometieron: “Si no hubieran usado la fuerza
Alexei reitera que no se irá hasta que el gobierno cumpla sus promesas.
Un día después encontramos a Mykola, uno más de los 2,000 voluntarios que forman parte de esta comunidad en la plaza. Él es un negociante ucraniano con perfecto español y es, incluso, profesor de salsa.
Mykola construyó un comedor popular que fue arrasado por el fuego durante las protestas que dejaron mas de 100 muertos.
Pero Mykola empezó de nuevo en otro lado de la plaza. Su comedor cuenta con una cocina que funciona desde los tiempos de
¿Cómo consigues los ingredientes?, pregunté. “La gente de Kiev llega todos los días para donar insumos”, respondió.
Mykola y otros voluntarios ya alistan una operación en Crimea. Preparan volantes y organizan transmisiones a través de YouTube desde la zona, para contarle al mundo que el referéndum y las autoridades en Crimea no son legítimas, reitera.
A una semana del referéndum a realizarse en Crimea, miles de personas, de distintas religiones, se congregaron en Kiev para orar por la solución al conflicto con Rusia. “Gloria para Ucrania y para nuestros héroes”, “gracias por apoyar a Ucrania” y “Putin no te queremos aquí” fueron algunas de las frases que coreó la multitud.
Ellos dicen que seguirán llegando a la plaza hasta que sus voces sean escuchadas.