Crimea, ¿una motivación para nuevas independencias en Europa?
El referéndum de Crimea, en el que la mayoría de los ciudadanos votaron por separarse de Ucrania y unirse a Rusia, puso la atención en otras regiones como Escocia y Cataluña que también buscan su independencia de Reino Unido y España, respectivamente.
Sin embargo, los escenarios son distintos. Escocia acordó con el Reino Unido la votación de su independencia; Cataluña planea hacerlo sin el aval de España y Crimea lo realizó entre una ocupación militar rusa.
“No tienen ninguna relación entre ellos. La similitud es muy lejana porque en el caso de Crimea estamos en una situación de ocupación militar por parte de Rusia y la caída del gobierno central. Es una situación completamente diferente de la de España y Cataluña”, considera la doctora Lorena Ruano, directora de la división de estudios internacionales del Centro de Investigación y Docencia Económicas.
Escocia, un referéndum pactado
Escocia ha estado ‘casada’ con Inglaterra y Gales –para conformar Gran Bretaña- durante más de 300 años, pero esa unión podría llegar a su fin este septiembre, cuando los ciudadanos mayores de 16 años en el país voten por su independencia.
El 18 de septiembre, los votantes tendrán que contestar una simple pregunta: ¿debe Escocia ser un país independiente? En este referéndum podrán votar los ciudadanos que residan en Escocia –ingleses y galeses también- pero no los escoceses que residan en otras regiones.
El gobierno de Escocia, liderado por Alex Salmond, argumenta que el país estará mejor después de su independencia en gran medida porque asumirá el control de las ganancias del petróleo del mar del Norte y el gas que se encuentra en aguas escocesas.
Pero un reporte del Instituto de Estudios Fiscales publicado este mes muestra que el déficit presupuestario de Escocia ha empeorado relativamente con el resto de Gran Bretaña debido a la caída de ganancias en el Mar del Norte y un mayor gasto público en la frontera norte.
Aunque el primer ministro británico, David Cameron, quiere que Escocia permanezca como parte de un indivisible Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte, en 2012 firmó un decreto para permitir el referéndum.
Cameron dijo que si Escocia se mantiene como parte de Reino Unido se puede negociar mayor autonomía.
"Votar por el 'no' es distinto a votar por 'ningún cambio'. Estamos comprometidos a construir una autonomía que funcione todavía mejor", dijo Cameron la semana pasada, según declaraciones recogidas por EFE.
Gran Bretaña le concedió cierta independencia, como la creación de su propio parlamento en 1999, lo que significa que algunas decisiones, no todas, son adoptadas por el congreso local.
"Nos enfrentamos a una monumental batalla para mantener asociado al Reino Unido. Si los escoceses votan 'sí' en septiembre, Escocia se convertirá en un país independiente. No habrá marcha atrás, no habrá segundas oportunidades”, agregó.
¿Puede una Escocia independiente ser parte de la Unión Europea?
El plan separatista contempla convertir a Escocia en un nuevo miembro de la Unión Europea.
“Existe, en los tratados de la Unión Europea, un marco legal por el que Escocia, un país que ha sido una parte integral de la Unión Europea durante 40 años, puede hacer la transición a una membresía independiente en el período entre el referéndum y la fecha en la que Escocia se convierta en un estado independiente“, dice el documento del nuevo gobierno y cita al artículo 48 de los tratados de la Unión Europea.
Al dejar de ser parte del Reino Unido, Escocia tendría que renegociar su ingreso al bloque de 28 naciones. Las grandes cuestiones son: ¿cómo hacerlo? y ¿cuánto tiempo llevará?
Los líderes de la Comisión Europea y del Consejo Europeo, Jose Manuel Barroso y Herman Van Rompuy, dijeron que Escocia tendría que aplicar a la adhesión como cualquier estado independiente, es decir, negociar con todos los Estados miembro.
“Podrían entrar porque ya cumplen con casi todos los requisitos para ser miembros, pero tendrían que renegociar su entrada y se encontrarían probablemente con el bloqueo de alguno que otro país, entre ellos España”, asegura Ruano.
Para evitar un paralelismo con Cataluña, España fue uno de los estados en negarse a reconocer la independencia de Kosovo de Serbia en 1998.
Para solicitar la adhesión, un estado debe cumplir con ciertas condiciones: economía de mercado, democracia estable, Estado de Derecho y la aceptación de toda la legislación de la Unión Europea. La incorporación de un nuevo Estado debe ser aprobada por unanimidad por todos los miembros del bloque.
“Vemos que España se ha estado oponiendo a reconocer a Kosovo. Así que de alguna forma es un caso similar porque es un nuevo país y creo que será extremadamente difícil, si no imposible que un nuevo Estado miembro que proviene de uno de nuestros países, llegue a un acuerdo con los otros“, dijo Barroso a la BBC en febrero de 2014.
En la población escocesa no existe un ánimo real de escisión, considera Adolfo Laborde, director de la carrera de Relaciones internacionales del Tecnológico de Monterrey.
“Hay una gran parte de la población que ve las ventajas de ser parte de Gran Bretaña porque siendo parte hay ventajas fiscales y el beneficio de estar dentro de la Unión Europea. El hecho de que sea un país nuevo no le garantiza entrar inmediatamente (a la UE) y eso podría acarrearle una infinidad de problemas como no poder viajar, el tema de la movilidad laboral, el tema de los apoyos que tienen los fondos europeos para el desarrollo y muchos más“, dijo en entrevista con CNNMéxico.
El 39% de los escoceses apoya la independencia, mientras que el 48% la rechaza según una encuesta realizada en marzo por el diario local Daily Record.
Si Escocia vota por separarse de Reino Unido se convertirá en un estado independiente en marzo de 2016 y sus impuestos, tasas de recaudación social y otras decisiones serán tomadas de forma local.
Cataluña desafía a España
Los partidos proindependentistas de Cataluña, comunidad autónoma del noreste español, también preparan un referéndum para noviembre de este año, aunque España calificó esta votación como ilegal e insiste en que la Constitución no permite que ninguna de las 17 regiones de España se escinda unilateralmente.
"El gobierno que presido no puede autorizar ni negociar sobre algo que es responsabilidad de todos los españoles. Solo al conjunto de los españoles, titular único de la soberanía, le corresponde decir qué es España y cómo se organiza y nadie puede privarles de ese derecho", declaró el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, en 2013 cuando fue anunciado el referéndum.
Por su parte, Cataluña argumenta que “la Constitución española afirma que la soberanía reside en el pueblo español. Ello puede interpretarse, indirectamente, como un condicionante para un referéndum o consulta de una parte del territorio español“, según el documento Estrechar lazos en libertad elaborado por la Generalitat.
Cataluña ha advertido que de no llegar a un acuerdo para el referéndum con España como el hecho por Londres y Escocia, podría declarar una independencia unilateral. Sin embargo, en el derecho internacional eso sería ilegal, pues en términos políticos y legales pertenece a España.
“Los pone en una situación indefinida porque si bien el derecho internacional reconoce el derecho de los pueblos a la autodeterminación, por otro lado, también tiene entre sus principios fundamentales el respeto a la integridad territorial de los estados. En este sentido el derecho internacional está completamente indefinido. Y dependería totalmente de una decisión política de los otros estados, si deciden reconocer o no a Cataluña. Y yo creo que ahí probablemente nos enfrentaríamos a una situación similar a la de Kosovo o incluso Crimea, en donde algunos países podrían llegar a reconocerlo pero la enorme mayoría no", explica Ruano.
Cataluña posee algunos organismos independientes como el parlamento autonómico y la fuerza policial. A diferencia de Escocia, los catalanes se han manifestado en muchas ocasiones por su independencia. Además de diferencias en su historia e idioma, Cataluña afirma que en términos financieros aporta mucho a España y recibe muy poco.
Cataluña argumenta que ha sido el socio minoritario por demasiado tiempo. Produce el 19% de la riqueza de España y afirma que envía muchos más impuestos a Madrid de lo que recibe en presupuesto de parte del gobierno central .