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El atacante "estaba callado" mientras apuñalaba: alumna de Pensilvania

Mia Meixner relató qué ocurrió adentro de la escuela de Murrysville, cuando un joven supuestamente agredió al menos a 20 personas
mié 09 abril 2014 02:34 PM

Una estudiante de la preparatoria Franklin Regional Senior High School, donde este miércoles 20 personas fueron apuñaladas por un alumno, contó a CNN su experiencia. 

"Estaba muy callado. Simplemente estaba haciéndolo. Tenía esta... mirada en su cara de que estaba loco y solo estaba corriendo y apuñalando a quien se encontraba en su camino", dijo la estudiante Mia Meixner a CNN sobre el incidente, ocurrido en la localidad de Murrysville, Pensilvania.

Ella pudo ver cómo a dos compañeros de su escuela les "brotaba la sangre", dijo.

El sospechoso es un alumno de segundo grado de la preparatoria que fue puesto bajo custodia de las autoridades luego de la agresión.

Antes de los ataques, Meixner oyó "una gran conmoción", dijo. "Y me di la vuelta y vi a dos chicos en el suelo".

Ella pensó que había una pelea, pero entonces vio la sangre. Observó a tres estudiantes ayudando a un chico recién herido mientras lo llevaban a la enfermería. Entonces vio a una chica mayor a la cual reconoció.

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"Ella estaba de pie junto a las puertas de la cafetería... Le salían borbotones de sangre por el brazo". Entonces Meixner dejó caer sus libros y fue a ayudarla.

"Empecé a escuchar una estampida de estudiantes que venían desde el otro extremo del lugar diciendo: '¡Fuera, tenemos que salir, vamos, hay un chico con un cuchillo!'".

"Un profesor se acercó a mí y a la chica que estaba tratando de ayudar. Y dijo que se ocuparía de la chica y que debía huir. Así que yo solo salí corriendo de la escuela y traté de salir lo más pronto posible."

Ella dijo que no conocía al sospechoso, pero había estado con él en muchas clases.

"Era reservado", dijo. "No tenía muchos amigos, que yo sepa, pero tampoco sé que haya sido molestado mucho. Realmente nunca supe que haya sufrido bullying. Solo era un poco tímido y no hablaba con mucha gente".

Un médico que atendió a seis de las víctimas dijo que la mayoría de ellas no se dieron cuenta inmediatamente de lo que pasó.

"Ellos solo sentían dolor y se dieron cuenta que estaba sangrando", dijo el médico Timothy Vanfleet, jefe de medicina de emergencia en la Universidad del Centro Médico de Pittsburgh.

Tranquilidad interrumpida

Fuera de la escuela, Paula Fisher, quien se mudó de Pittsburgh a Murrysville hace casi dos décadas en busca de una localidad más tranquila, también quedó impactada este miércoles con los ataques.

"Fue un caos total", dijo Fisher. "Los chicos no estaban seguros de si se suponía que debían permanecer en la escuela o salir. No dejaban libre a nadie y nos decían que retrocediéramos. Había ambulancias corriendo por delante de nosotros. Tuve la oportunidad de ver muchos de los padres que sé que tienen hijos en la escuela secundaria".

Los apuñalamientos sucedieron entre las aulas y un pasillo de la Franklin Regional Senior High School, dijo la policía. Alguien activó una alarma de incendio, lo que probablemente ayudó a evacuar de manera segura a otros.

Algunas de las lesiones de los heridos fueron catalogadas como riesgosas para sus vidas.

Murrysville, con una población de aproximadamente 20,000 habitantes, es una zona de clase media alta a unos 24 kilómetros al este de Pittsburgh, en el noreste de Estados Unidos.

"Fue muy impactante", dijo Fisher, quien ha vivido en Murrysville desde hace 19 años. "Somos una comunidad muy unida. Todo el mundo conoce a todo el mundo. Incluso el médico del hospital más cercano es un vecino nuestro, el doctor Rubino, conoce a estos niños".

En el restaurante Dick Diner de Murrysville, Deanna Tevelonis, quien se graduó en 1990 en esa misma preparatoria, dijo que algunos padres estaban desayunando después de dejar a sus hijos en la escuela.

"Pasaron el tiempo ahí hasta asegurarse de que sus hijos estaban bien", dijo. "Tenían instrucciones de no ir a la escuela. Se podía ver la tensión en sus rostros mientras esperaban", dijo Tevelonis.

Fisher dijo que se le había hecho tarde para llevar a su hija de 13 años a la escuela. Cuando llegaron, habían oído hablar de los apuñalamientos en las noticias.

"Ella no lo creía", dijo Fisher acerca de su hija. "Quería irse tan pronto como fuera posible. Una vez que llegamos allí, al no saber si sus amigos estaban bien, comenzó a ponerse emocional".

En el Spa Murrysvilla, Roseann Markoff lloró cuando se enteró de lo que pasó en la escuela a la que asisten sus sobrinos y sobrinas. Dijo que más tarde se enteró de que estaban bien.

"Es desgarrador", dijo. "Es una comunidad agradable. La gente es muy amable y muy trabajadora. Es muy triste para todos los involucrados. Algo se ha quitado para siempre en la seguridad de la comunidad".

Ray Sanchez contribuyó con este reporte

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