Cada año más venezolanos dejan su país en busca del 'sueño mexicano'
Un mejor empleo, mejor sueldo, mayor seguridad, estancia legal, el mismo idioma… las oportunidades que un migrante mexicano buscaría en otro país son las que cientos de venezolanos han encontrado en México en los últimos años.
Una especie de sueño mexicano se ha hecho posible para algunos de los más de 5,000 venezolanos que han llegado desde 2007, y que salieron de su país por la creciente inseguridad y falta de oportunidades.
Según las últimas estadísticas del gobierno mexicano, mientras que en 2007 llegaron 263 venezolanos como residentes a México, para 2010 inmigraron 1,664, y el siguiente año eran 1,283. Por cada permiso de trabajo que obtuvo un venezolano, otro fue para al menos un familiar.
Cinco venezolanos hablaron con CNNMéxico sobre sus motivos para dejar Venezuela y establecerse en la capital mexicana.
El común denominador en sus historias es un sentimiento de desesperanza ante la situación de su país, que desde febrero vive una crisis por las protestas antigubernamentales, pero que desde la década pasada está dividido políticamente.
“México es otro mundo”
Para los venezolanos que viven hoy en México, los problemas de su país comenzaron desde hace unos seis años, principalmente en la cuestión económica, debido a la inflación y los bajos salarios, desempleo, cierre de negocios nacionalizados y la inseguridad del país, coincidieron los entrevistados por separado.
“Trabajando acá, pude adquirir un vehículo al año y medio de haber estado en México. En Venezuela tú te puedes demorar para adquirir un vehículo, uno estándar, no lujoso, más de cinco o siete años”, dijo Gustavo García.
Él es un ingeniero de 35 años que en 2012 llegó junto con su esposa a la Ciudad de México desde el estado venezolano de Zulia. Ahora trabaja en una compañía del sector energético en México, donde tiene “mayor seguridad, mejor calidad de vida y desarrollo profesional y personal”.
Ludimar Molina, de 38 años, dijo que mudarse de país es un “cambio fuerte” a la situación que vivía, pues considera que “México es otro mundo”.
“Escucho a muchos mexicanos que se quejan de su país, pero de verdad es que para nosotros es otro mundo, donde ofrece mucho futuro”, dijo Molina, quien llegó a la capital mexicana en 2010, procedente de la ciudad de Táchira.
Hace dos años y medio logró traer a su hijo de 16 años a vivir con ella, y ha podido hacerse de un patrimonio “luchando aquí” como lo hubiera hecho en su país pero con menos oportunidades.
Jorge Udelman y su esposa ya han echado raíces en México. Desde hace cuatro años vinieron de Venezuela y tienen dos hijos que nacieron en su estancia en la capital mexicana. “El nivel de vida y desarrollo que puedes tener aquí es bárbaro”, dijo este chef de 34 años.
Luego de trabajar durante un tiempo en restaurantes, creó su propio negocio: un food truck en el que vende arepas, uno de los platillos venezolanos más tradicionales, pero “con un acento mexicano” de ingredientes y condimentos. “Nos va súper bien”, dijo.
“Yo me siento súper seguro, salimos juntos, caminando, salimos a la hora que sea, llegamos a la hora que sea”, dijo Udelman, quien valora que en México no ha sido víctima de la delincuencia.
¿Por qué salir de Venezuela?
Según cifras del gobierno venezolano, la inflación acumulada de 2013 llegó al 57% , en parte debido a la escasez de productos de consumo básico que la administración de Maduro dice que se debe a una “guerra económica”, impulsada desde la oposición y desde el extranjero.
Y en 2012, la nación fue la segunda con más homicidios del mundo , según la ONU, un renglón en el que México tiene cifras rojas desde 2006, pero que los venezolanos no perciben tan grave como en su país.
“En todos lados hay inseguridad. Pero el caso de inseguridad en Venezuela ya pasó los límites, porque la vida de una persona no vale nada. Te roban por un celular. En el caso de mi papá, lo secuestraron, murió, y no hay a quién ponerle denuncia”, dijo Engerven Barrios, de 29 años, quien llegó a México hace tres años y afirma que desde entonces no ha tenido deseos de volver.
Roberto Robbiani, de 31 años, también llegó a México hace unos tres años luego de que su negocio familiar en Venezuela, de venta de automóviles, fue limitado después de una nacionalización de las concesionarias. En México creó una importadora de vinos españoles.
“Para cualquier ciudadano de cualquier parte del mundo se le hace difícil pintarse un escenario en el cual se sienta tan oprimido y se vea tan frustrado por cualquier simple decisión política que se pueda tomar en un país”, dijo Robbiani al recordar cómo su familia perdió un negocio que le daba estabilidad económica.
Otra situación por la cual estos venezolanos subrayaron fue la escasez de productos básicos de alimentación o higiene personal en su país.
Molina remarcó que en Venezuela “hay gente se golpea por una paca de harina-pan, porque no se consigue. Los marcan, como ganado para tener opción a un número, para optar a comprar un artículo”, asegura que dos veces asaltaron su casa antes de emigrar.
Y la inseguridad fue uno de los principales factores mencionados.
Udelman compartió la experiencia de volver a Venezuela luego de vivir en México: “La vibra que se siente en el país, la gente y el temor en las calles, a las cuatro de la tarde ya todo mundo se corre a sus casas… como que tuve un choque emocional muy fuerte”, recordó.
Una nación dividida
Las manifestaciones en contra del gobierno de Maduro iniciaron en febrero, tras una confrontación entre estudiantes y policías. Desde entonces ha habido protestas masivas, tanto de los simpatizantes de la oposición, como de los partidarios del gobierno.
Pero la división de opiniones en algunas ocasiones llega a los miembros de una misma familia, como es el caso de Ludimar Molina. Explicó que una familiar suya, que trabaja para el gobierno venezolano, considera que “no ha pasado nada” en cuanto a la violencia.
“Es triste ver que mi país era tan próspero, que las familias eran tan unidas y ahorita, lamentándolo mucho, hay tanta discordia entre nosotros mismos”, dice Molina.
Desde febrero han muerto al menos 41 personas y unas 600 han resultado heridas en las confrontaciones de opositores contra oficialistas, y en los choques de manifestantes con las fuerzas de seguridad, una escalada de violencia que ha llevado a ambas partes a sentarse en una mesa de diálogo .
Futuro lejano
Ante la situación de inestabilidad en Venezuela, los cinco entrevistados siguen con su mirada puesta en México. Por lo menos hasta que vean un cambio en su país.
Jorge Udelman dijo que su familia está creciendo en México. Roberto Robbiani explicó que por ahora no tiene planes de volver a Venezuela, y de hacerlo sería solo para visitar. Engerven Barrios no considera ni cercana esa posibilidad.
Gustavo García dijo que en México ha encontrado progreso y bienestar para su familia. Y también reflexiona cómo “en Venezuela hace más de 15 años no se pensaba en emigrar” por ser “un país de oportunidades, un país rico” que tenía como meta “algún día ser una potencia mundial”.
Pero cree que hoy esa idea de país está olvidada para muchos venezolanos. Ludimar Molina también cree que ahora la visión de los venezolanos es otra.
“La idea de la gente es más bien salir. Es lo que nos han manifestado nuestras familias, nuestras amistades. Que no vale la pena realmente ir a Venezuela. Es nuestro país natal, lo amamos… pero es triste, porque es tú país, es tu gente”, dijo con cierta nostalgia y pesimismo.