Los prorrusos permanecen armados, pese a un llamado de Rusia y Ucrania

El líder autoproclamado de los separatistas prorrusos en la ciudad de Donetsk, en el oriente de Ucrania, desafió este viernes un acuerdo internacional para que los separatistas desalojen los edificios que han tomado y depongan las armas.

El trato fue hecho este jueves en Ginebra, Suiza, por el ministro de Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov y sus homólogos de Ucrania, Estados Unidos y la Unión Europea, y pretende ser el primer paso para aliviar la crisis en Ucrania.

Pero en Donetsk las primeras señales no son prometedoras.

"Lavrov no firmó nada por nosotros, firmó en nombre de la Federación Rusa", dijo Denis Pushilin, jefe de la autodeclarada República Popular de Donetsk, en una charla con periodistas en la ciudad.

El líder separatista dijo que los manifestantes saldrán de edificios ocupados en el este de Ucrania solo si renuncia el gobierno interino del país.

Un referéndum el próximo 11 de mayo preguntará a los habitantes de la región si quieren soberanía, dijo Pushilin esta semana. Es un paso que puede ser popular entre aquellos que ven como ilegítimas a las autoridades interinas que asumieron el poder tras el derrocamiento del presidente Viktor Yanukovich, en febrero.

La declaración conjunta acordada en Ginebra  convoca a todos los grupos armados ilegales a su desarme, el desalojo de todos los edificios ilegalmente tomados para que sean devueltos a sus legítimos propietarios, y que todos los espacios públicos sean liberados.

También promete una amnistía para los manifestantes que salgan de los edificios y entreguen sus armas, excepto los condenados por delitos capitales.

Pero la clave de este acuerdo es si Rusia puede y utiliza su influencia para persuadir a los manifestantes a cumplirlo.

El canciller interino ucraniano Andriy Deshchytsia dijo a la prensa en Kiev este viernes que Rusia aún tiene que demostrar que sus intenciones en Ucrania son sinceras.

"Yo no conozco las intenciones rusas, pero el ministro Lavrov hizo la promesa de que quieren destensar la situación, así que veremos en los próximos días si fue una promesa sincera y una participación sincera", dijo.

Deshchytsia señaló que una "operación antiterrorista" del gobierno contra los manifestantes prorrusos que han tomado edificios clave va a continuar, pero su intensidad "dependerá de la aplicación práctica" del acuerdo.

En un mensaje grabado, el presidente ucraniano, Olexander Turchynov, acompañado del primer ministro, Arseny Yatsenyuk, llamó al pueblo ucraniano a "unirse para preservar la unidad y la integridad del territorio ucraniano y alcanzar un consenso en sociedad".

Misión de observación

El acuerdo multilateral también contempla pedir observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, que tiene una misión en Ucrania, para implementar las medidas.

Deshchytsia dijo que habría una reunión posterior este viernes en el Ministerio de Relaciones Exteriores con los líderes de la misión para discutir el proceso por el cual los edificios ocupados serían entregados.

Tras la firma del acuerdo este jueves, el presidente estadounidense, Barack Obama, expresó escepticismo. "No creo que podamos estar seguros de nada en este momento", dijo en una conferencia de prensa. 

En una entrevista con CNN, Yatsenyuk indicó que estaba contento pero cauteloso después de las conversaciones de Ginebra.

El acuerdo es un primer paso, dijo, y Moscú debe avanzar hacia la estabilidad, incluida la no financiación de "organizaciones terroristas" en el este y el sur de Ucrania.

La intervención es una opción: Putin

Las tensiones en la franja este de Ucrania derivaron en violencia este jueves en la ciudad suroriental de Mariupol, donde un grupo de 300 personas atacó una base militar de Ucrania, lo que derivó en disparos entre las dos partes y tres de los agresores fallecieron.

A pesar de que las negociaciones en Ginebra estaban en marcha, Putin dejó claro que la intervención militar en Ucrania seguía siendo una opción.