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Marcial Maciel, ¿la 'piedra en el zapato' para canonizar a Juan Pablo II?

Exlegionarios y analistas critican el papel que tuvo como pontífice ante los abusos del fundador de los Legionarios de Cristo contra menores
mar 22 abril 2014 06:48 AM

Juan Pablo II está a unos días de que la Iglesia católica lo eleve al nivel de santo, sin embargo, algunos analistas y exlegionarios han vinculado a su canonización varias interrogantes.

La de mayor peso es el papel que jugó el polaco Karol Wojtyla —su nombre secular— con relación a los abusos contra menores cometidos por Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo.

"En mi opinión (la canonización) es un medio, ¿para qué? Para que canonizándose pronto, súbito, al papa, se tienda una losa de silencio pesada, para que nadie cuestione ya la responsabilidad muy concreta que Juan Pablo II tuvo en el encubrimiento de un personaje (Maciel)", expresó en entrevista José Barba, exlegionario.

Barba ha denunciado que fue una de las víctimas del sacerdote mexicano Maciel (1920-2008), fundador de los Legionarios de Cristo en 1941, creando una agrupación católica con presencia en México y otros 17 países. 

CNNMéxico llamó a los Legionarios de Cristo y a la Arquidiócesis de México, pero no han respondido a una petición de entrevista sobre el tema.

Los legionarios han denunciado, reconocido y reprobado como institución , al menos desde hace cuatro años, los abusos de Maciel en contra de seminaristas menores. También han llevado a cabo reformas en su organización, para distanciarla de Maciel.

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Durante el pontificado de Joseph Ratzinger —Benedicto XVI, sucesor de Juan Pablo II—, y tras una investigación a cargo de la Congregación para la Doctrina de la Fe, en 2006 El Vaticano determinó la suspensión de Maciel como sacerdote, tras corroborar las denuncias sobre pederastia.

Ratzinger había estado a cargo de la Congregación durante el papado de Juan Pablo II. 

Como papa, Ratzinger también designó en 2010 a Velasio de Paolis como delegado pontificio, para que se encargara de conducir la reforma de los legionarios, tras los actos "gravísimos e inmorales" de Maciel.

Exlegionarios de Cristo e integrantes de otras organizaciones reclaman que la Iglesia católica, bajo el liderazgo de Wojtyla, tardó en actuar o incluso encubrió los abusos de Maciel, ocurridos muchos años antes de que se ordenara su suspensión.

De ahí que criticaran la celeridad para beatificarlo —el 1 de mayo de 2011— y ahora canonizarlo. En tanto El Vaticano ha rechazado que hubiera algún intento de encubrir a Maciel, tanto en el papado de Juan Pablo II como en el de Benedicto XVI.

"El papa (Juan Pablo II) yo creo que era un hombre tan firme y tan fuerte, que si hubiera estado enterado desde el primer momento de cómo estaban las cosas (respecto a Maciel), él hubiera puesto un alto desde antes. Para mí no estuvo enterado en toda su fuerza, sobre el caso", dijo Manuel Corral, quien trabajó durante nueve años como secretario ejecutivo de relaciones públicas de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).

Quien ahora trabaja en la vocería de la Vicaría de Laicos, en la Arquidiócesis de Tlalnepantla, consideró que "hubo fallas" en el equipo más cercano a Juan Pablo II, y que la información que le dieron sobre lo ocurrido con Maciel "no era exactamente la que correspondía a la realidad".  

En la opinión del analista en temas religiosos Elio Masferrer, la canonización de Juan Pablo II es "una maniobra" de ciertos grupos en el Vaticano "para tapar todos estos errores de encubrimiento, de la Iglesia católica, y particularmente de Juan Pablo II".

Masferrer dijo que es un riesgo declarar santo a Wojtyla, porque con el tiempo podrían surgirle "más milagritos" de gente que trabajó con él durante su pontificado, y que pudiera estar involucrada en situaciones de abuso.

"El problema es que los santos, de acuerdo con los lineamientos de la Iglesia católica, tienen que ser modelos de identidad. Entonces la persona que llegue a santo no puede llegar con el 70% de bueno y el 30% de espantoso", expresó el profesor-investigador de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH).

El actual líder de la Iglesia católica, el papa Francisco, firmó el 5 de julio un decreto para la canonización de Wojtyla, después de que la Congregación para la Causa de los Santos avalara un par de milagros adjudicados al polaco. El proceso previo, el de la beatificación, se concretó en mayo de 2011.

Desde entonces varias voces criticaron que se encumbrara al pontífice, que atrajo multitudes durante sus eventos, en visitas como las que hizo a territorio mexicano, donde estuvo en cinco ocasiones y acuñó la frase "México siempre fiel".

Según el exlegionario Barba, Juan Pablo II tenía todos los instrumentos para saber qué ocurría con los abusos de Maciel, y solo una "conspiración universal" contra él pudo provocar lo contrario. 

"(Maciel) abusó de mí, masturbándome de una manera tan brutal que hasta me hizo sangrar", recordó. El próximo 27 de abril, cuando se concrete la canonización de Juan Pablo, Barba dijo que es posible que se sienta "acongojado", aunque buscará concentrar su pensamiento en Jesucristo.

"Nosotros no podemos ser católicos fanáticos, tenemos que revisar nuestras propias fuentes. Nuestras propias actitudes, y nuestras propias enseñanzas, para ver lo que ha pasado", agregó.

Gaspar Guevara, vicepresidente de la sección mexicana del Instituto Juan Pablo II para la Familia —vinculado con los Legionarios—, dijo que lo ocurrido con Marcial Maciel ha sido una "cuestión muy dolorosa".

Sin embargo, mencionó, no ensombrece la canonización de Juan Pablo II, porque los testimonios de las personas más cercanas al pontífice muestran que no tuvo conocimiento de lo ocurrido con Maciel.

El papa Francisco se responsabilizó el 11 de abril pasado de "todo el mal" cometido por sacerdotes al abusar de niños. "No daremos un paso atrás" para castigar a los responsables, dijo sin referirse a un caso en específico.

Francisco hizo esa declaración un par de meses después de que el Comité de la ONU sobre los Derechos del Niño acusara al Vaticano de encubrir en varios países los crímenes de sacerdotes abusadores de niños, con prácticas como trasladarlos de una parroquia a otra.

En muchos casos las autoridades de la Iglesia, incluso "en la más alta jerarquía" del Vaticano, se han mostrado reacias a colaborar en las investigaciones, según el reporte del Comité.

Federico Lombardi, vocero del Vaticano, dijo que ese informe tenía "graves límites" porque no había incluido las respuestas que dieron representantes de la Santa Sede en una audiencia con integrantes del Comité de la ONU.

Lombardi resaltó entonces el establecimiento de una comisión ordenada por el papa Francisco en diciembre de 2013, para prevenir el abuso de niños y ayudar a las víctimas.

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