Legalizar marihuana y restringir el tabaco en Uruguay, ¿una contradicción?
El presidente de Uruguay, José Mujica, firmó la reglamentación de la ley que autoriza la comercialización y cultivo de la marihuana.
Esto coincidió con el voto en el Senado en Uruguay de una ley que prohíbe la publicidad, promoción y patrocinio del tabaco.
La idea de la reforma es que el tabaco no esté a la vista del publico. Las cajetillas de cigarrillos no podrán ser exhibidas en kioscos o comercios. Solo se podrá mostrar una lista de marcas de cigarrillos con sus respectivos precios.
La controvertida ley antitabaco prohíbe fumar en espacios públicos y lugares de trabajo cerrados y obliga a cambiar los empaques de los cigarrillos con imágenes y leyendas que adviertan sobre el peligro de fumar.
Con esta reforma Uruguay cumple con el convenio mundial de control del tabaco que pide la prohibición total de la publicidad de cigarrillos.
Legalización de la marihuana
El decreto firmado por Mujica establece límites en el mercado de la marihuana, que incluyen la venta a mayores de 18 años residentes en el país a través de una red de farmacias y un máximo de 40 gramos por mes.
Entre los desafíos que tiene Uruguay figura la cantidad de marihuana que deberá cultivar el estado.
Otros países tienen sus propias posiciones frente a la legalización de la marihuana, pero Uruguay busca otro método para combatir el narcotráfico sin usar la represión. Una razón que hace de Uruguay un caso particular, es la extensión del país y una geografía sin grandes montañas o selvas.
El estado controla varios sectores productivos y así mismo planea hacerlo con la comercialización y consumo legal de la marihuana.
El decreto hace que sea legal el autocultivo para el consumo personal de hasta seis plantas de cannabis por hogar.
Además, permite que empiecen a crearse los clubes cannábicos de entre 15 y 45 miembros con un máximo de 480 gramos anuales por socio.
A su vez, comienza el proceso de producción para garantizar la venta de 10 gramos semanales y unos 40 por mes, por parte del Estado, en farmacias. Esta venta oficial se hará a un precio flexible de un dólar por gramo, por debajo del precio del mercado ilegal.
De esta manera, el gobierno uruguayo espera reducir el consumo y además quitarle un mercado lucrativo al narcotráfico, como forma de reducir la inseguridad.
Es la primera vez que un Estado se encargará de la producción y comercialización de la marihuana. Una experiencia piloto que el mundo observa con atención, y que es una prueba de fuego para el gobierno del presidente Mujica.