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Una mujer es sentenciada a muerte por defender su fe cristiana en Sudán

Meriam Yehya Ibrahim, con 8 meses de embarazo, fue criada como cristiana por su madre; el juez dice que debe ser musulmana como el padre
vie 16 mayo 2014 05:34 PM

Horas después de que un tribunal sudanés condenara a muerte a su esposa embarazada luego que ella se negara a retractarse de su fe cristiana, su marido le dijo a CNN que se siente impotente.

"Estoy tan frustrado. No sé qué hacer", dijo Daniel Wani a CNN este jueves. "Solo estoy rezando".

Su esposa, Meriam Yehya Ibrahim, de 27 años, fue declarada culpable por un tribunal de Jartum esta semana por apostasía, o la renuncia a la fe.

Ibrahim es cristiana, dijo su esposo. Pero el tribunal considera que ella es musulmana.

Una variedad de factores: el sistema legal de Sudán, las diferencias entre su constitución y la Sharia (ley islámica) en que se basa la sentencia del tribunal, así como su embarazo garantizan que no habrá ejecución de inmediato.

Incluso si la sentencia se mantiene, la Sharia practicada en Sudán prohíbe llevar a cabo la ejecución de una mujer embarazada hasta dos años después de que dé a luz.

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El abogado de Ibrahim, Mohamed Jar Elnabi, informó que el caso inició después de el hermano de la ahora acusada levantó una queja, argumentando que había desaparecido por muchos años y que su familia se encontraba sorprendida de haberla encontrado casada con un hombre cristiano.

Elnabi señaló a CNN este viernes que planea apelar la sentencia de la corte este domingo, eso iniciará un proceso legal en el que el caso puede alcanzar la Suprema Corte de Sudán y la Corte Constitucional, la más alta de la nación.

Según Amnistía Internacional la mujer también fue condenada a 100 azotes por adulterio, debido a que su matrimonio con un hombre cristiano es considerado nulo bajo la ley musulmana.

"El hecho de que una mujer pueda ser condenada a muerte por su elección religiosa, y a ser azotada por casarse con un hombre supuestamente de otra religión es abominable ni siquiera debería ser considerado", dijo en una declaración Manar Idriss, investigador en Sudán de Amnistía Internacional.

Ibrahim tiene 8 meses de embarazo y actualmente se encuentra en custodia con su hijo de 20 meses de edad, según Amnistía Internacional, organización que la considera una prisionera de consciencia.

"Ella es muy fuerte y muy firme. Tiene muy claro que ella es cristiana y que ella va a salir un día", dijo el abogado Mohamed Jar Elnabi a CNN.

Ibrahim nació de un padre sudanés musulmán y una madre etíope ortodoxa. Su padre se fue de casa cuando ella tenía seis años, e Ibrahim fue criada por su madre en el cristianismo.

Sin embargo, como su padre era musulmán, los tribunales consideraron que Ibrahim también lo era, lo que significaría que su matrimonio con un hombre que no es musulmán es nulo.

El tribunal, que la declaró culpable a principios de esta semana, le dio hasta el jueves para retractarse de su fe cristiana, algo que ella se negó a hacer, según su abogado.

Durante la audiencia de sentencia de este jueves, un jeque dijo al tribunal "qué peligroso es un crimen como éste para el Islam y la comunidad islámica", dijo Elnabi.

Ibrahim respondió: "Yo soy cristiana y voy a seguir siendo una cristiana". 

El abogado de Ibrahim argumenta que la constitución de Sudán permite la conversión religiosa sin restricción, sin embargo, el país tiene una historia de discriminación religiosa que impone la ley Sharia a musulmanes y no musulmanes, asimismo castiga actos de “indecencia” e “inmoralidad” con flagelación y amputaciones.

Una familia dividida 

El fallo del tribunal deja una familia dividida, con Ibrahim tras las rejas y su marido luchando por sobrevivir, dijo Elnabi.

Wani usa su silla de ruedas y "depende totalmente de ella por todos los detalles de su vida", señaló. "Él no puede vivir sin ella".

El hijo de la pareja está teniendo un momento difícil en la cárcel.

"Él está muy afectado por estar encerrado en una prisión de una edad tan temprana", dijo Elnabi. "Él siempre está enfermando debido a la falta de higiene y los insectos".

Ibrahim está teniendo un embarazo difícil, dijo el abogado, pues se le negó una solicitud para enviarla a un hospital privado debido a las medidas de seguridad.

El miércoles, después de horas hábiles, se intentó, sin éxito, contactar al ministro de Justicia y al ministro de Relaciones Exteriores en Sudán.

Las embajadas extranjeras en Jartum están instando al gobierno a que dé marcha atrás.

"Hacemos un llamado al gobierno de Sudán a respetar el derecho de libertad de credo, incluyendo el derecho que una persona tiene de convertirse a otra fe o creencias, un derecho que está consagrado en la ley internacional de derechos humanos, así como en la propia constitución interna de Sudán de 2005", indicaron en una declaración las embajadas de EU, Reino Unido, Canadá y los Países Bajos.

"También instamos a las autoridades legales sudanesas a abordar el caso de la señora Meriam con justicia y compasión, lo cual concuerda con los valores de los sudaneses".

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