El proceso ante las FARC marca la renovación presidencial en Colombia
La postura de gobierno ante el grupo guerrillero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) es un rubro que divide a los electores y que inclinará la balanza de los comicios presidenciales colombianos, según analistas.
Los candidatos que han encabezado las encuestas tienen posturas contrastantes sobre las FARC: el presidente Juan Manuel Santos — que busca la reelección para el periodo de 2014 a 2018— apuesta por el éxito del diálogo de paz con los guerrilleros iniciado desde hace dos años, mientras que el candidato uribista Óscar Iván Zuluaga ha criticado ese proceso e incluso ha planteado suspenderlo.
"El tema central en las últimas semanas son las negociaciones de paz, las negociaciones con las FARC, es el tema preponderante que divide el voto y la opinión de Colombia", dijo Sandra Hincapié, doctora de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).
Zuluaga y el expresidente Álvaro Uribe, del Centro Democrático, "son unos férreos opositores al proceso de paz que actualmente se está llevando a cabo en La Habana", agregó.
El candidato opositor ha mencionado que está dispuesto a negociar con las FARC solo si suspenden toda acción criminal, y que incluso aceptaría que se rebajen las penas para "guerrilleros rasos". Aunque también dice que para las "cabecillas" de ese grupo no debe quedar otra ruta más que la prisión, con penas de seis años o más.
"Que sea la paz pero no a cualquier precio", dijo Zuluaga en entrevista con CNN en Español.
Durante este mes, y después de que ocurrieran ataques contra policías y soldados, Zuluaga le ha pedido al presidente Santos que se levante de la mesa con las FARC en Cuba, porque a su parecer los integrantes de ese grupo siguen demostrando que no tienen límites.
"Yo me he opuesto al proceso de paz con argumentos desde el inicio, jamás con un juego sucio", dijo Zuluaga.
En respuesta, el presidente Santos ha insistido en que con el proceso de diálogo —que corre a la par de combates entre fuerzas del gobierno y guerrilleros— existe una posibilidad "real" y única de alcanzar la paz, y que no se puede desaprovechar después de más de 50 años de conflicto.
"Doctor Zuluaga, usted ha dicho que, de ganar las elecciones, acabaría con el proceso de paz. Nunca creí que se acudiera a métodos tan bajos para lograr ese objetivo. Es increíble hasta dónde se ha podido llegar con la obsesión de retomar el poder a cualquier precio", dijo Santos el 13 de mayo pasado, según ElTiempo.com.
Santos ha planteado que las FARC puedan tener una representación en el Congreso "para que se cambien las balas por los votos".
En tanto Zuluaga dijo el 15 de mayo pasado que la negociación con las FARC no debe "regalar curules", y que los que hayan cometido "crímenes atroces" no deben ser congresistas.
El proceso de diálogo con las FARC en La Habana ha llegado hasta ahora a tres acuerdos, uno de ellos el del narcotráfico y cultivos ilícitos , además del reparto de tierras y el proceso de participación de los guerrilleros en la política. Quedan pendientes temas de la justicia en la transición a la paz y la ayuda a las víctimas del conflicto armado.
Una encuesta de Gallup —realizada entre abril y mayo pasados— indicó que un 64% de los colombianos está de acuerdo con el proceso de paz, según ElTiempo.com. A la pregunta de cuál es la mejor opción para solucionar el problema de la guerrilla, el 62% contestó que es "insistir en los diálogos" hasta lograr un acuerdo.
"Parece haber un acuerdo general de querer la paz… el problema surge en el cómo, porque cuando se indaga entre la opinión pública si se estaría de acuerdo en conceder espacios de participación política a los miembros de las FARC ahí el rechazo es también mayor", dijo la académica Patricia Muñoz Yi, de la Universidad Javeriana de Bogotá.
"Hay una polarización que viene siendo recogida en el discurso de los dos candidatos punteros (Santos y Zuluaga)", dijo.
La académica de Ciencias Políticas considera que si Zuluaga gana la presidencia sometería a revisión las condiciones de diálogo con las FARC, y le impondría nuevas condiciones, lo que llevaría a una eventual suspensión de los diálogos.
"Óscar Iván sigue defendiendo la idea de una salida militar…. Si llegase a ganar eso significa automáticamente el fin de las conversaciones en la Habana y continuar esta guerra", consideró Hincapié.
"Representan dos vías muy diferentes para el futuro en Colombia: una salida militar, continuar en guerra y en enfrentamientos, y la otra para crear el menos una salida negociada", agregó.
Para el doctor Darío Salinas Figueredo, académico del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana, "la moneda está en el aire" respecto a lo que ocurrirá con el proceso de diálogo con las FARC, porque la postura de Santos también se inserta en la coyuntura electoral.
"(Con una eventual victoria de Santos) se verá de qué está hecha esa voluntad política, de dialogar, y de establecer acuerdos genuinos con las FARC, allí se verá, efectivamente, el itinerario real para avanzar hacia la pacificación, para poner fin al conflicto armado, llegando a acuerdos consistentes”, opinó.
Además de Zuluaga y Santos, compiten en los comicios del próximo domingo el candidato de la Alianza Verde, Enrique Peñalosa; la izquierdista Clara López y la conservadora Marta Lucía Ramírez. La segunda vuelta ocurriría el 15 de junio.
Santos y Zuluaga no "tienen mayores diferencias" respecto a sus propuestas sobre Economía, según Hincapié, así que el tema de las FARC será el que defina la elección. Pero hay otras situaciones en el país que también reclaman acciones.
"Hay unos temas que indudablemente se constituyen en un reto para quien resulte ganador, además de la paz, el tema del desarrollo del agro, el tema de la reforma a la justicia, de la reforma a la salud, de la reforma a la educación, de la reforma política", dijo la profesora Muñoz Yi.