El jefe militar de Tailandia advierte que no tolerará más manifestaciones
El general que tomó el control de Tailandia en un golpe de Estado la semana pasada dijo este lunes que recibió la aprobación del rey Bhumibol Adulyadej para gobernar el país, y advirtió sobre una posible ofensiva contra personas que protesten por el gobierno militar.
Vestido con un uniforme blanco y flanqueado por más de una docena de oficiales del Ejército, el general Prayuth Chan-ocha habló ante periodistas en Bangkok, donde dijo que había recibido una orden real para encabezar el consejo militar gobernante.
Al decir que no había "ningún plazo fijado" para convocar a nuevas elecciones, Prayuth esbozó los pasos que su junta planea tomar, incluyendo la creación de un comité para introducir reformas.
Pero también emitió una advertencia a los grupos de manifestantes que se han reunido en Bangkok en los últimos días para expresar su oposición al golpe de Estado, y que piden una convocatoria de elecciones democráticas.
Los manifestantes, que eran cientos el domingo, se enfrentaron con soldados en las calles. Hasta el momento, los militares han permitido las pequeñas protestas que se llevan a cabo, a pesar de que la ley marcial prohíbe las reuniones de más de cinco personas.
Con más protestas a la espera este lunes, Prayuth sugirió que el Ejército no tolerará manifestaciones públicas de disidencia indefinidamente, y dijo que la situación estaba llegando a un "punto de ebullición".
Instó a la gente a dejar de protestar, advirtió que corren el riesgo de una aplicación más estricta de la ley marcial y el enjuiciamiento por tribunales militares, y dijo a los periodistas y usuarios de redes sociales que no deben transmitir mensajes provocativos.
Golpe criticado
El Ejército tailandés llevó a cabo el golpe de estado el jueves —que trajo la suspensión de la Constitución y la imposición de un toque de queda— después de meses de disturbios que habían desestabilizado al gobierno electo y han causado brotes de violencia en Bangkok.
Pero la repentina intervención de las fuerzas armadas —la última en una serie de golpes de Estado que han marcado la historia tailandesa moderna— ha sido criticada por activistas de derechos humanos y gobiernos extranjeros, incluyendo Estados Unidos.
Recibir la aprobación del rey Bhumibol Adulyadej, monarca enfermo pero ampliamente admirado en Tailandia, añade legitimidad a las credenciales de Prayuth.
Pero parece poco probable que cambie la opinión de muchos de los manifestantes que han tomado las calles para manifestarse en contra del golpe de Estado.
Otros tailandeses han expresado su esperanza de que los militares puedan poner fin a la crisis que ha asolado el país desde hace meses .
Paula Hancocks, Jethro Mullen, Kocha Olarn y Kiki Dhitavat colaboraron con este reporte.