El vicepresidente argentino tendrá que declarar por presunta corrupción
La justicia argentina citó este viernes a declarar al vicepresidente argentino, Amado Boudou, en el marco de una causa de presunta corrupción en la que se le investigan negociaciones incompatibles con la función pública y enriquecimiento ilícito, informaron fuentes judiciales.
Boudou deberá concurrir en calidad de imputado ante el tribunal que encabeza el juez federal Ariel Lijo, encargado del denominado caso Ciccone, el próximo 15 de julio, según el Centro de Información Judicial.
La causa investiga la supuesta compra irregular de la imprenta de papel moneda Ciccone Calcográfica, por parte de un empresario cercano al vicepresidente.
Se trata de la primera vez que un vicepresidente del gobierno en ejercicio es llamado a declarar como imputado ante los tribunales en Argentina.
Boudou dijo este viernes que no renunciará a su cargo ni se tomará una licencia pese a la citación judicial para declarar como imputado.
Dijo a Radio 10 que "de ninguna manera" va a renunciar ni va a solicitar una licencia de su cargo en el gobierno porque es "inocente".
El vicepresidente agregó que "por supuesto" se va a presentar a declarar ante el juez y que recibió la noticia "con mucha tranquilidad" porque esperaba este momento para "poder demostrar" su inocencia.
El jefe de gabinete del Ejecutivo de Cristina Fernández, Jorge Capitanich, dijo que "el vicepresidente de la nación siempre ha manifestado su voluntad de cumplir todas las instancias judiciales ante cualquier eventual convocatoria de un juez de la República, por lo tanto, está a disposición de la Justicia como siempre".
El gobierno de Fernández ha mantenido en un discreto segundo plano al vicepresidente desde que se conoció su presunta implicación en la causa, pero le ha reiterado su respaldo en numerosas ocasiones y en los actos oficiales del pasado 25 de mayo, día de la Fiesta Nacional, tuvo reservado un asiento de primera fila, justo detrás de la presidenta.