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Saltó en paracaídas en el Día D y 70 años después lo vuelve a hacer

Jim Martin quiso demostrar que la edad no es impedimento para hacer cosas emocionantes durante el 70 aniversario del desembarco en Normandía
vie 06 junio 2014 09:58 AM

Jim Pee Wee Martin actuó como si hubiera estado aquí antes, como si saltar de un avión fuera tan simple como caer de una rama.

Tal vez es porque lo hizo… hace 70 años.

"Me siento bien", dijo Martin a los reporteros unos momentos antes de aterrizar en un campo en Francia. "Fue maravilloso, absolutamente maravilloso".

Martin fue paracaidista de la 101ª división aerotransportada y aterrizó en la playa Utah en el intento por arrebatarle Francia —y finalmente el resto de Europa— a la Alemania nazi. Aterrizaron en territorio enemigo una noche antes de lo que se conoce como Día D.

Este salto en la misma región fue distinto y mucho más fácil a pesar de que ahora tiene 93 años.

"No se puede (comparar)", dijo Martin, "porque hoy no había alguien disparándome".

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Cada año, parece que cada día son menos los veteranos de la Segunda Guerra Mundial, como Martin, que aún viven. Él calcula que aún quedan unas cuantas docenas de miembros de su unidad, quienes participaron en el histórico Desembarco de Normandía.

En cierta forma es irónico porque Martin era de los mayores de su grupo: tenía 23 años en junio de 1944 y muchos de los que lo rodeaban eran simples adolescentes.

Aterrizaron juntos en la costa norte de Francia en plena noche, sin saber qué les esperaba.

Sabían que fuera lo que fuera, no sería amigable ni fácil.

"Todos (estábamos) asustados todo el tiempo; si te dicen otra cosa son puras patrañas", recuerda el exparacaidista. "Pero solo haces lo que tienes que hacer a pesar de ello. Esa es la diferencia".

Y no se detuvieron. Según una página de Facebook que él actualiza con regularidad, Martin luchó 43 días en la campaña de Normandía antes de invadir Holanda y rechazó a los combatientes nazis durante la Batalla de las Ardenas para tomar finalmente Berchtesgaden, lugar en el que se encontraba el Nido del Águila, reducto de Hitler en los Alpes alemanes.

Nada de eso fue fácil, pero Martin insiste en que "nunca he tenido recuerdos vívidos repentinos. Nunca. Nada me ha molestado".

Tras todos estos años se ha vuelto una especie de celebridad, lo que quedó demostrado con la multitud de reporteros que lo recibieron luego de su salto en paracaídas del jueves 5 de junio. Martin dice que se siente "un tanto humillado y avergonzado por la adulación, porque no siento que hayamos hecho algo que no se suponía que hiciéramos ni algo excepcional".

Agrega: "solo hicimos aquello para lo que entrenamos".

Siete décadas más tarde, Martin lo volvió a hacer… No luchaba en una guerra sangrienta, pero al menos revivió su papel en una campaña militar que cambió el rumbo de la historia. Otros lo acompañaron en este salto (esta vez diurno), aunque fue el único de su generación.

Dijo que esta vez no estaba asustado porque "una vez que subes al avión te olvidas de todo". Aburrido sería la descripción correcta.

Como dijo luego a los reporteros: "Para serles franco, viajar en avión es aburrido. Cuando saltas del avión es cuando se pone emocionante… Pero no hay temor. Es simplemente algo que haces".

Martin reconoció que lo motivó "un poco el ego, (el demostrar) que tengo 93 años y aún puedo hacerlo".

"También quería mostrar a toda la gente que no tienes que esperar a morir solo porque te haces viejo", agregó. "Sigue haciendo cosas".

Saltar de nuevo desde el mismo avión, dentro de un año, es una de las cosas que le gustaría hacer.

"Si regreso el año próximo, saltaré el año próximo. Pueden apostar".

Jim Bittermann reportó desde Normandía y Greg Botelho escribió en Atlanta.

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