"Habrá un acuerdo para implementar la paz": presidente de Ucrania
El nuevo presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, dijo a Christiane Amanpour de CNN en entrevista exclusiva que las negociaciones con los separatistas rusos del este de Ucrania podrían continuar el viernes, día en el que firmará el acuerdo de cooperación con la Unión Europea que desató la crisis en el país.
El objetivo de las pláticas es poner fin a los combates entre los separatistas que cuentan con el respaldo del gobierno ruso y las fuerzas armadas y milicias ucranianas que amenaza con convertirse en un conflicto más amplio.
El cese al fuego unilateral que Poroshenko declaró expira el viernes 27 de junio, el mismo día en el que firmará el acuerdo con el que el antiguo país soviético establecerá lazos más cercanos con Europa.
"Me siento optimista y creo que en unas semanas, tal vez unos meses, tendremos un acuerdo para implementar la paz", dijo Poroshenko en la entrevista (la primera desde que asumió la presidencia) que dio durante su estancia en Bruselas para participar en las pláticas con la Unión Europea y para firmar el acuerdo de cooperación el viernes.
Rusia y Ucrania se han visto envueltos en un enfrentamiento tenso desde marzo, cuando Rusia se anexionó la península de Crimea —que pertenecía a Ucrania— y reunió tropas a lo largo de otras partes de su frontera con Ucrania.
En un esfuerzo por calmar la situación, Poroshenko declaró un cese al fuego la semana pasada en la lucha del gobierno ucraniano contra los separatistas pro-Rusia, aunque la violencia continuó . El martes, las autoridades ucranianas señalaron que los militantes pro-Rusia habían derribado a un helicóptero militar en el este de Ucrania y habían muerto nueve personas.
Poroshenko dijo a Amanpour que las negociaciones del viernes, en las que participarán funcionarios europeos, deben mostrar avances antes de que expire su cese al fuego al final del día. Pretende obtener un compromiso a negociar, la liberación de rehenes, un cese al fuego y el retiro de las fuerzas que cuentan con el respaldo de Rusia.
"Estoy listo para hacer un acuerdo de paz con cualquiera, quiero llevar la paz a mi país, no porque seamos débiles, no porque seamos menos patriotas que nadie; estamos listos para defender a mi país porque odio la idea de no usar hasta la última oportunidad para llevar la paz a la región", dijo. Agregó que "a veces, la postura del señor Putin es bastante pragmática, a veces es muy emotiva. Solo trato de encontrar el momento en el que sea más pragmático que emotivo".
La Cámara alta del Parlamento Ruso votó el miércoles la revocación del derecho que el presidente Vladimir Putin tiene para usar las tropas en Ucrania a solicitud . Al parecer la maniobra tiene el objetivo de hacer que Putin alivie las tensiones antes del acto decisivo del viernes, al que se opone.
Poroshenko dijo que la firma del acuerdo con la Unión Europea es el segundo momento más importante en la historia de su país, solo detrás de la independencia.
Las pláticas de paz en las que participan representantes de todas las facciones se celebraron el miércoles en la ciudad ucraniana de Donetsk, según reportes de la agencia noticiosa oficial de Ucrania, Ukrinform.
Entre los participantes había funcionarios del gobierno ucraniano, separatistas pro-Rusia procedentes de las inestables regiones de Luhansk y Donetsk, funcionarios rusos y miembros de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa.
Mientras tanto, el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, dijo que Estados Unidos y Europa planean aplicar sanciones adicionales a Rusia, dependiendo de las decisiones que tome en adelante.
Cuando se le preguntó si la votación del Parlamento ruso para revocar el poder que Putin tiene para usar la fuerza en Ucrania era suficiente para retrasar las sanciones, Kerry dijo que necesitaba ver más pruebas. La acción del Parlamento es un paso positivo, dijo, pero podría revertirse fácilmente.
El mayor cambio ocurrirá cuando Putin llame públicamente a los separatistas de Ucrania a que depongan las armas, dijo Kerry.
Mick Krever reportó desde Bruselas y Tom Cohen escribió en Atlanta.