Las divisiones internas obstruyen la elección del próximo líder de la UE
¿Quién encabezará a la fracturada Unión Europea durante los próximos cinco años? La pregunta ha provocado semanas de discusiones, pero a final de cuentas debe tomarse una decisión.
Los líderes de Europa se reúnen en Bruselas para elegir al próximo presidente de la Comisión Europea un mes después de que las elecciones en la región revelaran las grandes fisuras en el bloque .
La persona a la que elijan representará a nivel mundial a la unión de 28 países y será la respuesta a la pregunta: "¿A quién llamo si quiero hablar con Europa?".
Las negociaciones han sido difíciles. La canciller de Alemania, Angela Merkel —una de las más poderosas de los líderes europeos— respaldó a Jean-Claude Juncker, ex primer ministro de Luxemburgo y veterano de la política en Bruselas.
Juncker pertenece al partido político más poderoso de Europa, el EPP, de centroderecha. A favor de Juncker están las nuevas reglas que requieren que los líderes de la UE tomen en consideración el resultado de las elecciones europeas de mayo y no solo elijan a quien deseen.
Merkel y Juncker comparten la postura de cooperar más íntimamente y de aplicar una disciplina fiscal más estricta en la Unión Europea.
Sin embargo, la preferencia de Merkel se enfrenta al rechazo de otros personajes.
Otro de los líderes poderosos, David Cameron —primer ministro de Reino Unido— encabeza un grupo que se opone a la designación de Juncker bajo el argumento de que es demasiado federalista para ocupar el cargo.
Cameron está bajo la presión de los euroescépticos de su país y ha criticado a la Unión Europea por ser "demasiado grande y demasiado mandona".
Tener un presidente europeo que esté a favor de una cooperación más cercana —como propone Juncker— se opone a los planes de Cameron para reformar la postura de Reino Unido dentro de la Unión y lograr que Londres recupere un poco de poder.
Durante las elecciones europeas de mayo aumentó el respaldo a los partidos euroescépticos de toda Europa, lo que complica aún más el camino hacia la presidencia para Juncker.
Aunque los partidos de protesta anti-Unión Europea no tienen el poder ni la unidad suficiente para proponer a un candidato propio, tienen la influencia suficiente como para obstruir a quien no les agrade.
Sin embargo, los detractores de Juncker no han logrado proponer una alternativa viable.
Entre los candidatos propuestos están Christine Lagarde, directora del FMI (quien rechazó la idea), y la primera ministra de Dinamarca, Helle Thorning-Schmidt, famosa por haberse tomado una selfie con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en el homenaje a Nelson Mandela de diciembre de 2013.
Pero no ha surgido un candidato lo suficientemente poderoso como para desafiar a Juncker y a sus poderosos partidarios.