EU deporta al primer grupo de inmigrantes indocumentados a Honduras
El primer grupo de centroamericanos que fueron deportados de Estados Unidos llegó este lunes a su país de origen, en un intento para terminar con la inmigración ilegal.
Un grupo de 40 adultos y niños abandonaron territorio estadounidense en un vuelo privado y llegaron a Honduras.
La primera dama hondureña, Ana García de Hernández, le dijo a Televicentro, afiliada de CNN, que había 18 madres y 22 niños en este vuelo. El menor de los tripulantes tenía apenas unos meses y el mayor tenía 15 años.
García solicitó a los hondureños que se solidaricen con las familias que están atravesando por este problema e informó que las autoridades locales están desarrollando planes para apoyarlos económicamente.
“Esta gente tiene sueños, ilusiones, y regresan en condiciones muy difíciles, que están viendo que sus sueños no se hicieron realidad, sus aspiraciones están siendo frustradas. Muchos de ellos llegaron con las manos vacías”, dijo la primera dama. “Lo uno que tiene ahora son deudas por pagar, montos que pidieron antes de abandonar este país”, añadió.
Las personas deportadas habían sido mantenidos en Artesia, Nuevo México, y fueron regresadas al gobierno de Honduras por funcionarios del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés), de acuerdo a un comunicado del Departamento de Seguridad Interna de EU.
“Nuestra frontera no está abierta a la migración ilegal y vamos a enviar a los recientes migrantes ilegales de regreso”, informó el Departamento de Seguridad Interna en un comunicado. “Esperamos que más migrantes sean regresados a Honduras, Guatemala y El Salvador en los próximos días."
En el edificio de Artesia, que puede albergar hasta 700 personas, las autoridades dijeron que los migrantes sin documentos serán mantenidos hasta que se determine su situación legal.
El objetivo, informaron los funcionarios la semana pasada, es proceder con los casos de cada uno de ellos en los próximos dos a cuatro días. Conferencias por video con jueces han acelerado los proceso, dijeron los funcionarios.
Antes de que abriera sus puertas el edificio, grupos de mujeres con niños de Centro América eran liberados bajo vigilancia, dejados en estaciones de autobuses alrededor del Suroeste de Estados Unidos y se les instruía a que se reportaran en un mes con las Oficinas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos.
Muchos nunca se presentan y se incorporan a los 11 millones de indocumentados del país, según el Consejo Nacional de la Patrulla Fronteriza, sindicato que representa a los agentes de esa corporación.
Se espera que Estados Unidos lleve a cabo más deportaciones a Honduras, Guatemala y El Salvador, en los próximos días.
Desde octubre pasado, más de 52,000 niños han sido detenidos al intentar cruzar la frontera entre México y Estados Unidos, una creciente cifra que ha puesto en alerta a los gobiernos de EU, México y de varios países de Centroamérica ante la crisis humanitaria que ello representa.
Una combinación de pobreza, violencia y falsas promesas de los contrabandistas provoca la llegada de centroamericanos.