El Costa Concordia llega Génova para ser desmantelado
El deteriorado crucero Costa Concordia se acerca al final de su último viaje. Reflotado por los equipos de rescate a principios de este mes, el casco oxidado llegó a la boca del puerto de Voltri en la ciudad italiana de Génova el domingo temprano.
El crucero, que encalló en enero de 2012 en la isla de Giglio con más de 4,200 pasajeros a bordo, se metió en un dique seco en el puerto. Su viaje de cuatro días, en los que un convoy de barcos lo trasladó de Giglio a Génova sin mayores incidentes, a pesar de una noche de tormentas.
Según el jefe de Protección Civil Franco Gabrielli, los fuertes vientos obstaculizan la delicada maniobra necesaria para lograr que el barco quede en el dique seco, una maniobra de cinco o seis horas.
Gabrielli le dijo a los periodistas que esperaba que en el muelle no se corran riesgos innecesarios para atracar el frágil barco.
Una persona sigue desaparecida
Una vez que el Concordia quede en el dique seco, se buscarán los restos de Russel Rebello, un camarero de 33 años de edad, la única víctima aún desaparecida en la tragedia. Un total de 32 personas murieron en el desastre.
La búsqueda del cuerpo de Rebello también se realiza en Giglio, en el lugar donde el barco había descansado durante los últimos 30 meses.
“Esperamos que esto sea el comienzo de un cierre para la familia”, dijo el capitán de salvamento Nick Sloane a CNN desde a bordo del Concordia. “Espero que encuentren Russel”.
Las preocupaciones ambientales llevaron a la decisión de realizar el proceso caro y difícil de reflotar el Costa Concordia, en lugar de tener que desmontarlo en las aguas del Mediterráneo, donde encalló.
Es la mayor operación de salvamento que se haya intentado, y el más caro, con un costo de 1.5 mil millones de dólares hasta ahora.
Un desmontaje de 2 años
Se espera que el largo proceso de desmantelamiento del barco naufragado tome dos años.
Los primeros elementos a ser retirados serán el equipaje de los pasajeros y efectos personales que aún estén atrapados.
Más del 80% del Concordia serán reciclados o reutilizados, incluidos los cables de cobre, tuberías de fontanería, cocinas y algunos de los accesorios de plástico que pueden ser reparados.
Las restantes 50,000 toneladas de acero se fundirán y se venderán a precio de mercado para hacer vigas de construcción, automóviles e incluso otros barcos.
Los restos del naufragio a principios de 2012 —24 toneladas métricas de desechos— incluyendo muebles, platos, comida, objetos personales y piezas de la nave se han recuperado del fondo del mar.
Barbie Latza Nadeau informó desde Roma, y Jethro Mullen escribió desde Hong Kong.