Los dirigentes de Francia e Israel, Francois Hollande y Benjamín Netanyahu, asistieron a la Gran Sinagoga de París la tarde del domingo, una vez concluida la manifestación en repudio contra la violencia que tomó esta semana las calles de la capital francesa.
Al llegar, los mandatarios fueron saludado con aplausos y vitores de la comunidad judía presente en la Gran Sinagoga. Posteriormente, resonó en el templo "Jerusalén de oro", una canción popular que se convirtió en un himno durante la Guerra de los Seis Días en 1967, cuando Israel se enfrentó a Egipto, Jordania, Iraq y Siria.
"La Marsellesa" el himno nacional francés sonó a continuación, como una demostración espontánea de solidaridad.
Ambos líderes permanecieron con la comunidad judía durante la ceremonia. Finalizado el evento, el primer ministro israelí hizo uso del micrófono para solidarizarse con las familias de las víctimas de la violencia que sacudió la capital francesa.
“Me gustaría darle las gracias a todos los que participaron en la manifestación de hoy, en especial a los ciudadanos, los ciudadanos musulmanes”, indicó.
Dijo que los ataques no fueron por causa del Islam, sino por el fundamentalismo islamista que "quiere retrasar a la humanidad".
, y en otras ciudades de Francia y del mundo para rechazar la violencia fundamentalista que dejó 17 víctimas mortales, reunió a 56 dirigentes mundiales, entre los que destacaron la canciller alemana, Angela Merkel; el primer ministro británico, David Cameron; el rey y la reina de Jordán y el presidente del territorio palestino, Mahmoud Abbas, quien marchó en fila cerrada junto al primer ministro de Israel.
Con información de CNN, EFE y AFP