El grupo terrorista ISIS cerró las puertas de una presa al norte de Ramadi, en Iraq, cortando el suministro de agua a ciudades que apoyan al gobierno del país y facilitando así atacar a las fuerzas de seguridad, según funcionarios locales y residentes.
Los militantes de ISIS abren solo dos o tres de las 26 puertas de la presa en el río Éufrates por breves periodos, informó Sheikh Ibrahim Khalaf al-Fahdawi, el jefe del Consejo de Seguridad de la ciudad de Khalidiyah y dos residentes de la localidad de Habbaniya
Las fuentes señalaron a CNN este jueves que la apertura de esas puertas es para que el agua llegue a la ciudad de Falluja, controlada por el grupo.
El nivel del agua en el Éufrates es lo suficientemente bajo para cruzar a pie, dijeron, lo que facilitaría a los militantes de ISIS atacar las ciudades de Husaybah y Khalidiyah, fieles al gobierno de Iraq, así como la base de seguridad en Habbaniya.
Residentes de las tres localidades han comenzado a huir por temor a un ataque de ISIS, dijeron las fuentes.
La semana pasada, el gobierno iraquí anunció una amplia operación de las fuerzas de seguridad del país y de los paramilitares Hashd al-Shaabi, que apoyan al gobierno, para retomar el control de la provincia de Anbar. Ramadi es la capital de esa provincia.
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Además de la amenaza de ISIS, las tensiones raciales en Ramadi son fuertes.
Críticos del gobierno iraquí, que es prochiita, han sugerido que el régimen no desea armar a las tribus sunitas de la ciudad contra ISIS ya que desconfía de ellas. También señalan que el gobierno no quiere enviar a suficientes fuerzas de seguridad para pelear por el área predominantemente sunita.
La coalición internacional contra ISIS, liderada por Estados Unidos,
Hamdi Alkhshali reportó desde Bagdad y Laura Smith-Spark escribió desde Londres.